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26 septiembre 2024

Historia nº 55 Servidumbre en el Boquete de Parrado

 

Servidumbre en el Boquete de Parrado

 

         La historia de hoy nos va a mostrar los pasos que se dieron en el año 1859 para rehabilitar una de las entradas menos conocidas de Villamartín. Hoy sabemos que, para ir a Bornos, Arcos o a Jerez había que coger El Camino de Bornos; para ir a Sevilla o Utrera se cogía La Cañada Real de Sevilla; y, ¿para ir a Espera? ¿Por dónde se iba? A continuación, lo vamos a saber.

Cartografía © Instituto Geográfico Nacional de España

         El 28 de junio de 1859, el Sr. alcalde D. Pedro Gil comunicaba al cabildo que necesitándose poner expedito el trozo de camino que dirige al pueblo por el sitio llamado Boquete de Parrado, se formase expediente sobre el particular y se diese al Ayuntamiento cuenta de él en el inmediato cabildo.

         Así, en el citado cabildo se certificó del punto 4º lo siguiente: Estando interceptado para la vía pública el trozo de camino que dirige al pueblo por el sitio llamado Boquete de Parrado a virtud de causas independientes de la voluntad del municipio, y siendo de alta necesidad franquearlo para el servicio de los vecinos, que están sufriendo de otro modo incomodidades indebidas; acordó la Corporación que, para conseguir este útil objeto, se dirija oficio al Sr. D. José Peñalver, propietario del cortinal sito en aquel punto y por uno de cuyos extremos debe abrirse el insinuado comino para su mayor rectitud, en el que se le ruegue que en obsequio de la población se sirva ceder en venta a este Ayuntamiento el corto pedazo de terreno que se juzga preciso a tal propósito y cuyo precio se satisfará en equitativa tasación de los fondos del caudal de propios con cargo al capítulo de improvistos pidiéndose autorización al efecto al Sr. Gobernador de la provincia en el concepto de que si el Sr. Peñalver se resista, lo que no es de esperar, a hacer a la comunidad tan buena obra se formará expediente de expropiación con arreglo a la ley de la materia de fecha 17 de julio de 1836 y en su conformidad será desposeído del indicado pedazo de terreno por causa de utilidad pública marcada, abonándosele el valor según se lo dieren los peritos.

         El contenido del citado punto 4º fue remitido en oficio el Sr. Peñalver, el cual compareció ante el alcalde y el secretario alegando lo que sigue: que ha recibido el oficio que se le dirigió con fecha cuatro de julio de 1859, trasladándole el acuerdo tomado en 30 de junio anterior, para que ceda un pedazo de su cortinal, a fin de abrir por él la servidumbre pública que desde el camino de Sevilla debe dar entrada por el Boquete de Parrado; pero que como quiera que de acceder a lo que se le pide va a sufrir en su propiedad un perjuicio considerable, sin que la localidad consiga por completo el objeto que el municipio se propone, puesto que la vereda nunca será tan recta y conveniente como se ha llegado a creer, mucho más cuando lo lógico es que aquella se abra por el sitio donde existía anteriormente, y que aunque interceptado en el año de 1855 para el deslinde de los ejidos y cañadas, había sido anulada esta medida por el Sr. Gobernador de la provincia; rogaba a la Corporación se sirviese desistir de su idea y dirigir dicha servidumbre por el paraje que deja indicado, en gracia de los fundamentos que hacen preferente esta determinación.  

         El Sr. alcalde mandó, que se diera cuenta al Ayuntamiento de esta comparecencia en el inmediato cabildo, y que resolviera lo que tuviera a bien, y de lo que sea se contraiga a continuación certificación. Y así se hizo. En el cabildo siguiente se puso en conocimiento del Ayuntamiento la comparecencia de D. José Peñalver en el punto 5º del mismo: Habiendo expuesto D. José Peñalver en la Alcaldía, según cuenta que se dio de ello con el oportuno expediente, los graves perjuicios que se le causarán con tener que ceder el pedazo de tierra de su cortinal, que se le ha pedido, para abrir la servidumbre pública por el lado del Boquete de Parrado, a consecuencia del acuerdo de 30 de junio anterior, y visto por el Ayuntamiento que resistiéndose como se espera a tal cesión, será necesario formar el expediente de expropiación correspondiente, cuyos trámites es probable que den lugar a la venida del invierno y que se quede por verificar una obra tan urgentemente indispensable para el servicio de los vecinos; que en la adquisición del terreno habrá que hacer un gasto, si no de mucha consideración, algo más crecido que la que los fondos públicos permiten, y que, examinado el asunto a mejor luz se ha persuadido de que no hay una necesidad imperativa en que la vereda o servidumbre se abra por dicho cortinal; acordó que, desistiéndose de la idea se vea de buscar otro sitio donde sin aquellos inconvenientes pueda conseguirse el objeto que el municipio se propone, indicándose oportunamente para la determinación que corresponda.

         Antes estos hechos, parece ser que la Corporación optó por abrir la vereda por donde existía anteriormente y dirigir dicha servidumbre por el paraje que D. José Peñalver dejaba indicado.

         La citada vereda o servidumbre tuvo desde siempre su comienzo en el mismo pueblo de Villamartín, en el sitio del Boquete de Parrado con dirección Oeste, en las coordenadas geográficas 36º 51’ 34’’ N - 5º 38’ 38’’ W. Siempre se la ha conocido como «Camino Viejo de Villamartín a Espera o Colada a la Cañada de Los Pozos». La anchura de esta vía es de hasta veinte metros hoy día (20,00 m.) y su longitud en el término es aproximadamente de 2.032 m. de los cuales están asfaltados y forman parte de calles del pueblo 980 m.

         Desde su comienzo en El Callejón, dejaba el antiguo Matadero a la derecha, cruzaba por los terrenos labrados de la Fuentezuela (antes terrenos de Ramón Holgado y tierras de D. Mateo Manzano) y después llega al río Guadalete que cruza por la pasada de la Laguna penetrando en el término de Bornos y tierras del Cortijo La Laguna donde se une a la “Cañada de los Pozos”.

         El trazado actual es desde el Callejón a calle Extramuros, giro a la derecha y al llegar a la calle Prado a la izquierda hasta la Avenida de la Feria, giramos a la izquierda y nos dirigimos a la Avenida de Málaga, dejando el antiguo matadero a la derecha, y al llegar a la rotonda tomamos la salida de la Avenida de Sevilla y continuamos por ella dejando el IES Castillo de Matrera y el Hospital Comarcal virgen de las Montañas a la derecha. Pasada las instalaciones del Hospital y a pocos metros la vía se desvía a la derecha hasta llegar al río Guadalete que cruza por la pasada de la Laguna penetrando en el término municipal de Bornos y tierras del Cortijo La Laguna donde se une a la Cañada de los Pozos, como ya hemos citado anteriormente.

         En este último tramo el Ayuntamiento de Villamartín ha recuperado, en gran parte de la vía, su anchura legal, regenerando sus orillas con la plantación de árboles y flora autóctona, construcciones de bancos de mamposterías para descansar y juegos para la población infantil.

         Ejemplo como este se debe seguir en el Camino de Alperchite y Cañada El Marcegoso por ser vías transitadas frecuentemente por la población de Villamartín.