Fábrica
de pieles para guantes
en Villamartín
Como se ha escrito varias veces en este blog, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, la población en general experimentó un empuje arrollador en cuanto a las industrias, las artes, las ciencias, los inventos, los emprendedores… Villamartín no quería quedarse detrás, por eso surgían hombres emprendedores como el de nuestra historia, que es necesario que tú conozca.
El
29 de junio de 1879, Miguel Escolar Ortega, propietario, vecino de Villamartín,
con cédula personal número 882, dirigió una instancia a la Corporación
Municipal de Villamartín proponiéndose construir local con destino a fábrica
para el curtido de pieles para guantes, artefacto que era siempre conveniente y
productivo en una localidad, y careciendo de terreno a propósito para
establecerlo, solicitó que se sirviera concederle el necesario para la obra que
proyectaba del sobrante que existía entre la antigua Tenería de González, en
aquellos tiempos fábrica de aguardiente, y el cercado del olivar de Don
Fernando Holgado, cuyo espacio resultaba sin aprovechamiento de utilidad pública.
Nada
más registrar la solicitud, ese mismo día, se abrió expediente encabezándolo la
solicitud de D. Miguel Escolar. Dándose cuenta de él al Ayuntamiento para que
en la sesión ordinaria del día siguiente se comentara y del acuerdo que se
levantara certificado.
Certificado
que transcribimos a continuación:
«Don Juan M.ª de los Ríos,
Secretario del Ayuntamiento de esta Villa,
Certifica: Que en Cabildo
ordinario celebrado por dicha Corporación en el día de ayer se acordó el
particular del tenor siguiente:
Punto
5º. (resumen) Acordó la Corporación crear para este caso una comisión compuesta
por los Regidores Don Antonio Domínguez Álvarez, Don Miguel Calle Orellana y el
Síndico Don Pedro García Andana para que pasasen a reconocer el terreno y con
su informe se acuerde lo que proceda».
El
15 de julio de 1878 el señor secretario del Cabildo, bajo notificación, citó a
los miembros de la comisión. El día siguiente se presentaron ante el secretario
quien los instruyó sobre lo acordado en el punto 5º en la sesión del día
treinta de junio último: manifestaron quedar enterados ofreciendo su
cumplimiento y firmar de que certifico en Villamartín dieciséis de julio año
del sello. Firmas: Ríos, Antonio Domínguez y Pedro García.
Prácticamente
un mes tardaron los comisionados en emitir su informe que entregaron al señor
Secretario del Cabildo, emitiendo éste el siguiente certificado:
«Yo el infrascrito Secretario
del Ayuntamiento de esta Villa,
Certifica: Que en sesión
ordinaria celebrada por dicha Corporación en dieciocho del actual se acordó al
punto séptimo el particular del tenor siguiente:
Los
concejales Don Pedro García Andana, Don Antonio Domínguez Álvarez y Don Miguel
Calle Orellana nombrados en la sesión de treinta de junio último para informar
respecto de la causa solicitada por Don Miguel Escolar Ortega de un pedazo de
terreno sobrante de la vía pública que existe al sitio de la Fuentezuela en las
afueras de esta población para establecer en él una fábrica de pieles para
guantes, han evacuado su informe verbal y favorablemente al interesado mediante
a no inferirse perjuicio con la concesión a tercera persona ni interceptarse en
lo más mínimo la vía pública, el Ayuntamiento informado de que el Escolar
Ortega antes de hacer los gastos de la fábrica que se propone establecer en el
indicado sitio es su propósito investigar si en el mismo existe la cantidad de
agua al efecto necesario para en caso negativo abandonar el proyecto. De
unanimidad acordó que por ahora se permita al recurrente hacer la investigación
que se propone con la obligación de dejar cerrada perfectamente las
excavaciones que en dicho sitio practique caso de no ocuparlo, y si lo aceptase
se acordará la concesión conforme a la liquidación al efecto establecida.
El
informe transcrito está conforme con su original que obra en el libro capitular
de la secretaría de mi cargo a que me refiero. Y para que conste a los efectos
de este expediente libro el presente con el V.º B.º del Sr. alcalde en
Villamartín a veintiuno de agosto de 1878. Firmado: V.º B.º Alcalde J. Diego
Fernández, Secretario Juan M.ª de los Ríos».
Al
día siguiente el Sr. alcalde mandó que se le notificase al interesado la
resolución anterior y que compareciera después a exponer si en vista de la
investigación que se proponía insistía o no en su solicitud. Asunto que se
cumplió recibiendo D. Miguel Escolar Ortega copia literal del auto.
El
24 de agosto de 1878, D. Miguel Escolar Ortega dijo ante el Sr. alcalde y el
secretario, que había hecho ya la oportuna investigación del terreno que tenía
solicitado al sitio de la Fuentezuela de este término y reuniendo las
condiciones necesarias al fin que se proponía insistió en su petición.
El
26 de agosto de 1878, el pleno del Ayuntamiento acordó enajenar en pública
licitación previo el oportuno expediente el terreno solicitado.
El
9 de septiembre de 1878, el Sr, alcalde mandó que a fin de poder llevar a
efecto la enajenación en pública subasta del pedazo de terreno sito en la
Fuentezuela de este término a que se refiere el acuerdo anterior, se requería
en forma a los peritos de tierras de la denominación pública de esta villa D.
Francisco Holgado Astudillo y D. José Martínez Vázquez a fin de que hicieran el
justiprecio del mencionado terreno y compareciendo después a la alcaldía a dar
cuenta de su resultado.
El
resultado del justiprecio del terreno a enajenar estuvo listo el 15 de
septiembre de 1878. Le daban de valor a los tres cuartillos de tierras en que
D. Miguel Escolar Ortega se proponía construir la fábrica de curtido de pieles
para guantes la suma de dieciocho pesetas sesenta y cinco céntimos, cuya
operación habían practicado con arreglo a su leal saber y entender.
Para
enajenar estos terrenos en pública subasta se dirigió oficio a los alcaldes de
los pueblos cercanos con inclusión de edictos haciendo saber que el acto de la
subasta tendría lugar a los ocho días contados desde en que aparece inserto el
anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia. Los pueblos a los que se
remitieron oficios fueron Arcos, Espera, Bornos, Prado del Rey y Puerto
Serrano.
El
día 2 de octubre de 1878 se celebró la subasta de los terrenos quedando como
mejor postor en la subasta D. Miguel Escolar Ortega, el cual pagaría el importe
del remate.
En
el cabildo de 13 de octubre de 1878 se dio cuenta en el punto 7º de la subasta
de los terrenos y que había recaído el remate en favor de D. Miguel Escolar
Ortega de esta vecindad para construir una fábrica para el curtido de pieles.
Los
terrenos para la fábrica de pieles para guantes de D. Miguel Escolar Ortega
lindaban al norte con el edificio fábrica de aguardiente de los herederos de D.
Manuel González Almagro, al sur con olivar de D. Alejo G.G. Perujo, al este con
la cañada de Sevilla y al oeste con la vereda que desde dicho sitio de la
Fuentezuela conducía a la Villa.
La
fábrica de pieles para guantes de D. Miguel Escolar Ortega no se sabe si llegó
a funcionar, ya que once años después de iniciarse los documentos y la compra
de los terrenos, éste ya había fallecido. Dato que se recoge de una
comparecencia que hizo su esposa a la alcaldía. Esta comparecencia fue como se
relata:
«El
29 de mayo de 1889 comparece ante el Sr. alcalde D. Francisco Romero Álvarez y
el oficial primero secretario accidental Doña Cristina Astudillo Cuevas, de
este domicilio, mayor de edad, viuda propietaria y dijo: «Que su difunto marido
D. Miguel Escolar Ortega, le fue adjudicado en subasta pública celebrada el día
dos de octubre de mil ochocientos setenta y ocho un pedazo de terreno sobrante
de la vía pública al sitio de la Fuentezuela de este término en la cantidad de
dieciocho pesetas setenta y cinco céntimos, cuya subasta fue aprobada por la
Corporación Municipal en seis del mismo mes de octubre, pero no habiéndose aun
otorgado la correspondiente escritura en que se acredite la adquisición de
dicho terreno, no obstante tener satisfecho su valor, pudiéndosele irrogar
perjuicios si se dilata por más tiempo la práctica de dicha diligencia, como
única y universal heredera que ha sido intitulada por su expresado difunto
marido, suplicaba a S.S. que dando cuenta de esta comparecencia al Ayuntamiento
se acuerde autorizar al Sr. alcalde para que proceda».
El
28 de junio de 1889 la Corporación municipal acordó por unanimidad, que
teniendo en cuenta la justicia que a la interesada asiste, autorizó al Sr.
alcalde para que previa la expedición de los documentos que sean necesarios
otorgara la escritura que se solicitaba.
Los
terrenos fueron inscrito a nombre de la titular con el número 1865, folio 85,
tomo 262, libro 48 en el registro de la propiedad de Arcos de la frontera el 27
de abril de 1889.
No hay comentarios:
Publicar un comentario