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sábado, 26 de septiembre de 2020

Historia n.º 48 El callejón de Parrado

 

El callejón de Parrado

 

Este callejón está situado entre las coordenadas geográficas 36.859511, - 5.643825 y 36.859848, -5.644154 del actual pueblo de Villamartín. Tenía cuando habitaban en él dos familias 30,34 metros aproximadamente; en la actualidad mide 46,84 metros. No siempre se le ha llamado callejón porque hasta 1825 no se construyeron las casas 42 y 44 actuales y a esta salida del pueblo se le llamaba Camino Viejo de Villamartín a Espera. A partir de entonces se denominó El Callejón a secas y llegaba hasta la calle Arquillos, conocida popularmente en aquellos tiempos, y hasta hace poco, por “Los Postigos” y hoy día por calle Extramuros. Más tarde el callejón tomó el nombre de Callejón de Parrado.

Y…, ¿quién era Parrado?

La familia Parrado de Villamartín procede de Jerez de la Frontera. El primero en aparecer y empadronarse en el pueblo fue D. José Parrado en el año 1782 y como no tenía casa propia, hizo lo que hacían todos los que se establecían en la localidad, vivir de alquilado en una casa o mesón hasta poder adquirir una propia. En aquellos momentos los registros de la Plaza recogían los propios de ella y los de la calle Mesones, Salto del Pollo y Subida de la Iglesia. Así estuvo hasta el año 1784 que compraron una casa en la calle de San Sebastián (hoy El Santo). Desde entonces vivieron en esa casa que actualmente corresponde al número 46. Entre el año citado anteriormente y 1815 el cabeza de familia fue D. Antonio Parrado. La profesión de los Parrado era trabajar la madera, es decir, carpinteros. Quizás el más conocido de los Parrado fue D. Francisco Parrado porque a este nos lo encontramos ya en los registros de 1817 con los miembros de su familia; éste en ese año tenía 52 años y era natural de Jerez de la Frontera, además de carpintero era tallista. Estaba casado con Dña. Francisca Javiera Rivera de 33 años y natural de Villamartín, en el año 1801 tuvieron a María Dolores Parrado Rivera, en el año 1816 a José Parrado Rivera, en el año 1821 a Antonio Parrado Rivera, y en el año 1823 a Ana María Parrado Rivera. En el año 1827 fallece D. Francisco Parrado a la edad de 62 años. Al poco tiempo de la muerte de D. Francisco, su viuda trabajaba de costurera y abrió una tienda.

Los Parrado contribuyeron con su esfuerzo personal y perseverancia en ejecutar encargos desde las esferas del poder local. Fueron Síndicos Personeros, Apreciadores, Concejales. A D. José Parrado le deben los villamartinenses de su época que hubiese en el pueblo un boticario con medicinas para vender en el momento.

La primera vez que aparece el “Callejón de Parrado” en los registros oficiales fue en el año 1828, un año después de la muerte de D. Francisco Parrado. Quizás fue un gesto de agradecimiento de la Corporación que el callejón que había al lado de su casa llevara su apellido y que en los registros sucesivos el “Callejón” tomara ese nombre.


Parece ser que en el año 1862 el nombre de “Callejón de Parrado” fue alterado popularmente por el de “Boquete de Parrado” ya que es citado en un acta capitular que dice: “…por el sitio que llaman Boquete de Parrado…”. Eso de boquete no lo iba ni va a reconocer ninguna Corporación, ya que callejón y boquete son dos conceptos distintos. El primero significa paso estrecho y largo entre paredes, casas o elevaciones de terrenos; y el segundo, entrada estrecha de un lugar. Pero, como en este Villamartín a veces pecamos de listos y siempre triunfa la ignorancia, ¡sí! en el nuevo nomenclátor local del año 1989 ya aparecía y aparece como “Boquete Tío Parrao”. Es más, el apellido se ha hecho más popular, ahora es como mataero, rescatao, peinao, remangao, moneero, diputao, es decir, el apellido ha dejado de existir, como estas palabras anteriores que las miras en el diccionario y no das con ellas. ¡Pobre Francisco Parrado!

Así, de esta manera, salen después historias tan rocambolescas y artificiosas como la que le han contado a mi buen amigo y fotógrafo Juan José en el bar La Farola de Villamartín.

Sé que personas del cabildo actual leen este blog y no estaría de más una petición, que esta calle, callejón, calleja o callejuela, remozada actualmente, retomara su primitiva denominación en homenaje a esos Parrado que tanto dieron por Villamartín.