casa topete

casa topete

domingo, 11 de octubre de 2020

Historia n.º 49 Escandaloso sacrilegio

 

Escandaloso sacrilegio

 

Hoy vamos a contar una historia ocurrida en la iglesia de Santa María de las Virtudes de Villamartín el día 30 de mayo de 1819, pero tratada en cabildo de 30 de junio del mismo año. En aquel entonces gobernaba la localidad D. Nicolás Díaz Molín, corregidor, y D. José Topete Ximénez y D. José Romero García, alcaldes ordinarios. En dicha historia vamos a reproducir varios vocablos utilizados por el redactor de ella para que veamos su cultura.


Ese día, nos cuentan las crónicas que se cometió un escandaloso sacrilegio dentro de la iglesia parroquial de la villa, por Nicolás Trujillo Armario, natural de Villamartín y menor de edad, el cual armado de quimera con Lorenzo de Reyes de poca más edad, vecino de Villamartín y natural de Prado del Rey dio a éste violentamente una herida con arma cortante y punzante en la parte anterior del muslo izquierdo dentro de dicha iglesia de la cual resultó copiosísima efusión de sangre en ella. Todo por el motivo de haber querido el Reyes chanceando quitar al Trujillo un clavel que tenía en la mano.

El señor alcalde ordinario por el estado noble de la villa D. José Topete y Ximénez entendió que de este criminal hecho había que juzgarlo e imponerle las penas temporales y corporales que competían a su jurisdicción real así como también las eclesiásticas para la asignación de las espirituales y absolución de cualquier entredicho que semejante atentado escandaloso por su esencia y por haber sucedido cuando se hallaba la iglesia llena de fieles en la solemne misa mayor del primer día de Pascua de Pentecostés constituyó la violación y profanación del templo, el cual por esta causa muy dolorosa al vecindario, había estado cerrado desde el mismo acto de ella hasta el día siete del corriente mes y año en que en virtud del despacho del señor provisor y vicario general del Arzobispado había sido bendecido por el señor D. José de Bores vicario y cura propio de la villa y restituido a él el Santísimo Sacramento en devota procesión desde el convento de religiosos de San Francisco a donde interinamente había sido trasladado.

El Ayuntamiento quiso dar a Dios nuestro señor una humilde satisfacción del agravio que se le había hecho y al pueblo su ejemplo de religión para que todos sus vecinos se estremecieran delante de S.M. y para que procurando cada cual dar a sus hijos una cristiana educación sirviera ésta de escudo contra el imperio de la cólera y contra todo acto ofensivo a su divino Redentor.

Acordaron todos que se celebrara en la citada parroquial una función solemne con misa y sermón de desagravios al patente Santísimo Sacramento convocándose por Bando a tan debido y religioso acto a todos los vecinos de la villa de cualquier estado, clase y condición.

Con objeto a que el acto fuera más edificante se despachó un oficio al referido señor vicario con el testimonio del acta para que se sirviera convocar a su clero pidiendo a éste asenso de hacer causa común con el Ayuntamiento en dicha función concurriendo a ella una y otra corporación de unánime conformidad.

Por si la propuesta era aceptada se nombraron a D. Vicente de los Ríos y a D. Juan Palomo para que en unión con el señor vicario dispusiesen lo conveniente a su ejecución asignando el día. El nombramiento del orador que deseaba el Ayuntamiento era el señor presbítero D. Juan María de los Ríos. De los gastos originados de una y otra corporación darían cuenta los dos comisionados.

Así se acordó y quedó solucionado este tan doloroso y escandaloso sacrilegio cometido dentro de la Iglesia de Santa María de las Virtudes.

 

Vocabulario

Quimera: “Pendencia, riña o contienda”.

Chanceando: “Bromeando”.

Patente: “Manifiesto, visible”.

Asenso: “Acción y efecto de asentir”.

sábado, 26 de septiembre de 2020

Historia n.º 48 El callejón de Parrado

 

El callejón de Parrado

 

Este callejón está situado entre las coordenadas geográficas 36.859511, - 5.643825 y 36.859848, -5.644154 del actual pueblo de Villamartín. Tenía cuando habitaban en él dos familias 30,34 metros aproximadamente; en la actualidad mide 46,84 metros. No siempre se le ha llamado callejón porque hasta 1825 no se construyeron las casas 42 y 44 actuales y a esta salida del pueblo se le llamaba Camino Viejo de Villamartín a Espera. A partir de entonces se denominó El Callejón a secas y llegaba hasta la calle Arquillos, conocida popularmente en aquellos tiempos, y hasta hace poco, por “Los Postigos” y hoy día por calle Extramuros. Más tarde el callejón tomó el nombre de Callejón de Parrado.

Y…, ¿quién era Parrado?

La familia Parrado de Villamartín procede de Jerez de la Frontera. El primero en aparecer y empadronarse en el pueblo fue D. José Parrado en el año 1782 y como no tenía casa propia, hizo lo que hacían todos los que se establecían en la localidad, vivir de alquilado en una casa o mesón hasta poder adquirir una propia. En aquellos momentos los registros de la Plaza recogían los propios de ella y los de la calle Mesones, Salto del Pollo y Subida de la Iglesia. Así estuvo hasta el año 1784 que compraron una casa en la calle de San Sebastián (hoy El Santo). Desde entonces vivieron en esa casa que actualmente corresponde al número 46. Entre el año citado anteriormente y 1815 el cabeza de familia fue D. Antonio Parrado. La profesión de los Parrado era trabajar la madera, es decir, carpinteros. Quizás el más conocido de los Parrado fue D. Francisco Parrado porque a este nos lo encontramos ya en los registros de 1817 con los miembros de su familia; éste en ese año tenía 52 años y era natural de Jerez de la Frontera, además de carpintero era tallista. Estaba casado con Dña. Francisca Javiera Rivera de 33 años y natural de Villamartín, en el año 1801 tuvieron a María Dolores Parrado Rivera, en el año 1816 a José Parrado Rivera, en el año 1821 a Antonio Parrado Rivera, y en el año 1823 a Ana María Parrado Rivera. En el año 1827 fallece D. Francisco Parrado a la edad de 62 años. Al poco tiempo de la muerte de D. Francisco, su viuda trabajaba de costurera y abrió una tienda.

Los Parrado contribuyeron con su esfuerzo personal y perseverancia en ejecutar encargos desde las esferas del poder local. Fueron Síndicos Personeros, Apreciadores, Concejales. A D. José Parrado le deben los villamartinenses de su época que hubiese en el pueblo un boticario con medicinas para vender en el momento.

La primera vez que aparece el “Callejón de Parrado” en los registros oficiales fue en el año 1828, un año después de la muerte de D. Francisco Parrado. Quizás fue un gesto de agradecimiento de la Corporación que el callejón que había al lado de su casa llevara su apellido y que en los registros sucesivos el “Callejón” tomara ese nombre.


Parece ser que en el año 1862 el nombre de “Callejón de Parrado” fue alterado popularmente por el de “Boquete de Parrado” ya que es citado en un acta capitular que dice: “…por el sitio que llaman Boquete de Parrado…”. Eso de boquete no lo iba ni va a reconocer ninguna Corporación, ya que callejón y boquete son dos conceptos distintos. El primero significa paso estrecho y largo entre paredes, casas o elevaciones de terrenos; y el segundo, entrada estrecha de un lugar. Pero, como en este Villamartín a veces pecamos de listos y siempre triunfa la ignorancia, ¡sí! en el nuevo nomenclátor local del año 1989 ya aparecía y aparece como “Boquete Tío Parrao”. Es más, el apellido se ha hecho más popular, ahora es como mataero, rescatao, peinao, remangao, moneero, diputao, es decir, el apellido ha dejado de existir, como estas palabras anteriores que las miras en el diccionario y no das con ellas. ¡Pobre Francisco Parrado!

Así, de esta manera, salen después historias tan rocambolescas y artificiosas como la que le han contado a mi buen amigo y fotógrafo Juan José en el bar La Farola de Villamartín.

Sé que personas del cabildo actual leen este blog y no estaría de más una petición, que esta calle, callejón, calleja o callejuela, remozada actualmente, retomara su primitiva denominación en homenaje a esos Parrado que tanto dieron por Villamartín.

jueves, 27 de agosto de 2020

Historia n.º 47 Calle Pedro Álvarez

   Apunte para la historia de la Villa
 (Calle Pedro Álvarez)

 

        Continuando con la Historia nº 94, donde decíamos que el sitio elegido para asentar la escasa población de entonces era el descansadero que hacía el cruce de la cañada real de Sevilla y el camino de Bornos. En esos parajes fue donde los sucesivos Cabildos de la Villa empezaron a planificar y rotular las primeras calles y casas. Una de esas calles es la que traemos a esta Historia para ilustrarnos. 

        La calle Pedro Álvarez, ésta es una de las calles que aparecen en el Padrón de la Moneda Forera de Villamartín del año 1589, y por tanto, es más antigua que la cita que hizo D. Manuel Íñigo Mateos diciendo que el nombre de la calle le viene de muy antiguo, pues con él aparece desde el siglo XVII, según acredita el famoso catastro del Marqués de la Ensenada. 

          El nombre de esta calle no ha sufrido variación a lo largo de la Historia de Villamartín. No sé si antes de la fecha indicada en el párrafo anterior se llamó de otra manera, lo cierto es que desde dicha fecha hasta hoy la calle se ha rotulado siempre como Calle de Pedro Álvarez. 

         Aunque en el nomenclátor oficial siempre ha sido rotulada como Pedro Álvarez, la calle se le ha conocido popularmente con dos nombres relacionados con la horca.

        El primero fue como calle de “los horcajos”. El DRAE define Horcajos u horcates como “arreos de madera o hierro en forma de herradura, que se pone a las caballerías encima de la collera, y al cual se sujetan las cuerdas o correas de tiro”. Estos arreos se exponían en las puertas de las casas de esta calle para su venta durante la feria por San Mateo que se celebraba en la calle de El Santo y calles adyacentes, de ahí su nombre popular.

        El segundo fue, y sigue hoy, como calle de “los ahorcados”. Como en muchos sitios, el sábado santo se colocaban, simulando a Judas, muñecos de paja o trapo ahorcados en las fachadas de las casas de esta calle para quemarlos después. Esta tradición se ha perdido, pero quedó el nombre de “Los Ahorcados” refiriéndose a los judas.

Ambas hipótesis son admisibles, y no incompatibles, pues bien puede haber ocurrido que en la misma calle donde se mostraban para su venta, los horcajos y piezas similares, durante los días de la feria en sus tiempos famosos, fuera también en la que se ahorcaban los judas en los días de sábado santo.

Siguiendo con el nomenclátor oficial hay que preguntarse ¿quién sería este Pedro Álvarez? En el Padrón de la Moneda Forera, mencionado anteriormente, aparecen en la Calle de Morales, el Abad, una familia que dice así: “Beatriz Ximénez (viuda) y su hermano Pedro Álvarez el mayor”. No tengo más noticias de éste y por tanto ahí lo dejo

Otro candidato por el que hay que inclinarse es por el hijo mayor de uno de los pobladores de Villamartín, Martín Álvarez Bohórquez El viejo. Éste, nacido en el año 1475 posiblemente en Morón fue alcaide de Jimena y capitán en la Sierra Bermeja con el conde Ureña, se casó con Inés de Párraga y Sotomayor de la que tuvo cinco hijos, de los cuales destacamos el mayor llamado Pedro Álvarez Fernández de Bohórquez nacido en Villamartín en el año 1525 y casado con Estefanía de Mendoza. De momento se desconocen los méritos para la rotulación de la calle con su nombre y si el nombre de la calle coincide con el nombre de la persona de la que hemos comentado.

Distintivos de la calle


        Descripción

        La Calle Pedro Álvarez tiene su comienzo en la Calle de El Santo, tiene en la actualidad solamente dos tramos; el primero comienza en la calle El Santo hasta la Calle de la Encrucijada, y el segundo desde ésta última hasta la Calle del Santísimo Rosario. Tiene una longitud de 254,61 metros con un desnivel de 10,77 %. En la actualidad está asfaltada con aceras a derecha e izquierda y su dirección para la circulación de vehículos es única, es decir, desde la Calle del Santísimo Rosario hasta la calle El Santo. El primer tramo es un poco más ancho que el segundo. No está adornada con naranjo y en un tiempo la acera de los números pares no estaba interrumpida en el número 38 por la calle de la Encrucijada. No es una calle comercial, por tanto, las casas son utilizadas como viviendas a excepción de algunas que son pequeños comercios familiares.

A veces, encontramos en los libros de Feria de Villamartín personas que dan su opinión sobre las calles de nuestro pueblo, de uno de ellos sacamos la siguiente: “La calle de Pedro Álvarez así la llamaremos que es su verdadero nombre, para no mentar la soga en casa del ahorcado”.

        Distribución

        La calle se ha ido poblando lentamente desde su creación, en el año 1589 había en la calle 41 familias que vivían prácticamente en chozas. Muy pocas casas de piedra había. La distribución de las viviendas en la calle era muy parecida al plano del año 1817 que adjuntamos. Los datos del croquis corresponden al año mencionado; como se observa la componían 22 familias asentadas, algunas en casas, otras en chozas y otras en accesorias. De las accesorias solo una estaba ocupada por inquilino. Entre todos los habitantes de la calle sumaban 70 personas o almas.

Exponemos a continuación la relación de los dueños e inquilinos de las casas tal como se recogen en el padrón de vecinos de 1817 y se adjunta planos de la situación de las casas con su correspondiente número actual, dueños e inquilinos, diseñados por primera vez en este documento en el año 2015.

 

Calle Pedro Álvarez - Pedro Álvarez (1817)               

Nº O = Número Original

Nº A = Número Actual

 

                 C  a  l  l  e      S  a  n      S  e  b  a  s  t  i  á  n

DUEÑOS

NºO

NºA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

            

NºA

NºO

DUEÑOS

 

1

1

José López

 

2

3

2

D. Nicolás Trujillo

 

4

5

3

Antonio Jorge Pérez

 

6-8

7

 

 

10

 

12

9

4

Josefa Cabrera

 

14

11

 

 

16

13

 

 

18

15

 

 

20

17

6

Juan Martínez

 

22

19

7

José Martínez

 

24

21

 

 

26

 

28

23

 

 

30

Rodrigo Ventura

5

32

25

9

Andrés Coca

Andrés Glez Ávila

8

34

 

36

27

 

                                              

 38

Calle Martín González

 

40

29

 

Juan J. Nadales

 

42

31

11

Agustina Heredia

 

33

12

Antonio Cabrera

 

AMPLIACIÓN:

- Si quieres descargarte el nuevo vídeo de la calle PINCHA AQUÍ.


viernes, 14 de agosto de 2020

Historia n.º 46 Topete, de Morón a Villamartín

 

Topete, de Morón a Villamartín

 

          El siglo XVI marcó un período de gran prosperidad para el pueblo de Morón, y así lo denotan las numerosas obras públicas acometidas en esa época. Se construyeron conventos, hospitales, iglesias y palacios, se urbanizaron plazas y calles, se realizaron infraestructuras de saneamiento y abastecimiento de agua y surgieron las primeras barriadas extramuros como Puerta Sevilla, San Miguel o Santa María. El reinado de Felipe II marcó el punto álgido de la bonanza económica de la localidad. En 1562, Pedro Téllez Girón, señor de Morón de la Frontera, se convirtió en Duque de Osuna, por lo que la villa quedó integrada dentro del ducado. Los duques llevaron a cabo reformas en la distribución de la tierra, que dieron lugar a disputas entre las gentes de Morón, y acondicionaron el antiguo castillo árabe como viviendas.

En aquella época llegaron a Morón los ecos de la rebelión de los moriscos en las Alpujarras. Los musulmanes convertidos a la fuerza al cristianismo y sometidos a crecientes presiones, estallaron en una revuelta que pronto se propagó por Andalucía.

El problema de la rebelión de los moriscos en las Alpujarras acabó con la expulsión de los moriscos de España en 1609.

En esta época Morón estuvo marcado por un conjunto de apellidos que se perpetuaron socialmente durante décadas. Así se repiten linajes como los de los Angulo, Auñón, Estrada, Pavón, Topete, Villalón, con otros de menores pujanzas.

Unos apellidos que basaban su preeminencia en el control directo de la propiedad o explotación indirecta de ella, manteniendo entre sí una continua y constante endogamia social para preservar sus status de privilegios. Los miembros de estos apellidos desarrollaron una seria de estrategias y actuaciones para obtener su posición privilegiada dentro del contexto social mediante el acceso a la nobleza titulada, el parentesco, el ingreso en Órdenes militares, etc.

En estas premisas nos encontramos con la familia de los Topete entre la población de Morón, son el caso de:

         A1. D. Juan Topete Gómez Terrona, nacido muy próximo al año 1582 en Morón casado con Dña. Inés Catalán Pulida en el año 1600, nacida aproximadamente también en el año 1582. Éstos tuvieron cuatro hijos llamados D. Juan Manuel, D. Miguel Topete y Terrona, D. Alonso y Dña. Catalina.

A1.1. D. Miguel Topete y Terrona, nacido el 3 de enero de 1602 en Morón de la Frontera (Sevilla), caballero Hidalgo de Casa-Solar, se casó con Dña. Beatriz Catalina Benjumea Carvajal y Calle nacida el veintiocho de febrero de 1605 en Puebla de Cazalla (Sevilla). Sus padres eran D. Garcí de Pechón y Benjumea nacido en el año 1587, casado con Dña. Ana Carvajal nacida aproximadamente en el año 1587. De esta señora obtuvo D. Miguel Topete un único hijo llamado D. Marcelino Garcí Topete y Benjumea.

A1.1.1 D. Marcelino Garcí Topete y Benjumea nació en Morón de la Frontera el día 2 de junio de 1640, bautizado el mismo día, mes y año en la parroquia de San Miguel de Morón y siendo su padrino D. Luis Álvarez de Bohórquez. El día 4 de febrero de 1680 se casó en la iglesia parroquial de Santa María de las Virtudes de Villamartín (Cádiz) con Dña. Beatriz Jerónima Venegas y Carrasco, nacida el 6 de febrero de 1657 en Villamartín, cuyos padres eran D. Luis Bernardo Venegas y Osorio (1628) y Dña. Elvira Gerónima Carrasco Topete (1623), sus abuelos paternos D. Juan Calvo Osorio y Dña. Francisca Gamassa y Espinar; y abuelos maternos D. Tonilo Carrasco y Dña. Francisca Topete. D. Marcelino y Dña. Beatriz Gerónima tuvieron varios hijos, D. Luis Bernardo, D. Miguel Luis Bernardo, María Teresa y Catalina.

A1.1.1.1. D. Luis Bernardo Topete y Venegas, I Marqués de Pilares, título creado por Felipe V, rey de España, por decreto de 28-11-1738, alcalde por el estado de Hijodalgos en Morón, en Morón. Nació en el año 1682 en Morón de la Frontera. Se casó el día 3 de mayo de 1705 en Morón con Dña. María Josefa Topete Melo, nacida en Morón de la Frontera en 26 de agosto de 1666. Hija de D. José Francisco Topete y terrona (1654) y de Dña, Leonor de Melo Ponce de León; y nieta por parte de padre de D. Alonso Topete y terrona y Dña. María Ponce Ramírez; y por parte de madre de D. Melchor de Melo Ponce de León y Dña. María Bermúdez Molina. El matrimonio tuvo dos hijos, D. García José Topete y Topete y Dña. Leonor Topete y Topete.

Aquí queremos hacer una pausa para hablar brevemente del Marquesado de Pilares sacado del Acta VI Jornada sobre temas Moronenses de 29 de septiembre al 3 de octubre de 2003 por Francisco J. Gutiérrez Núñez.

La figura de D. Miguel Topete y Benegas

(1680-1756).

 D. Miguel era hijo de García Marcelino Topete y de Beatriz Venegas Carrasco, matrimonio que se celebró en Villamartín (Cádiz) el 4 de febrero de 1680. Su padre era hijo de Miguel Topete Terrona y Catalina Carvajal Benjumea, y también natural de Morón, donde fue Alcalde Ordinario por el estado noble en el año 1687. Su madre Beatriz Venegas, era hija de Luis Venegas Osorio y Elvira Jerónima Carrasco. Otorgaría poder para testar el 22 de septiembre de 1690, ante Francisco Luis de Nájera, escribano de Morón. Del Topete Venegas nacerían, Miguel José, Luis Bernardo, María Teresa, Catalina Rosa María.

Nuestro personaje fue bautizado con el nombre de Miguel José el 2 de diciembre de 1680, en la parroquia de San Miguel (Morón de la Frontera), siendo su padrino su tío Juan Topete, al cual le correspondería como tutor la educación de su ahijado, al quedar éste huérfano.

Las primeras noticias de la concesión, se fechan un año antes de su creación, en concreto de 1738, cuando ya tenemos constancia que se produjo el asiento de decreto de gracia a nombre de D. Miguel Topete, en relación a la merced de título de marqués de Pilares, el cual quedaría libre del pago del llamado impuesto de lanzas. La concesión efectiva se produjo mediante Real Despacho, fechado el 15 de marzo de 1739. El título tenía asociado el del vizcondado de Topete de San Miguel, que quedó cancelado de forma inmediata, sin uso.

        Del año 1791 tenemos una descripción física del documento original que conservaba el IV marqués de Pilares. De él se decía que estaba “escrito en papel de vitela con dos escudos de armas y retratos, y efigie de Ntra. Sra. de los Dolores y señor San Miguel, y pendiente en una carlina de plata y caxa redonda del propio metal, las armas reales forrado en terciopelo carmesí con cantonerías de plata”. Como se aprecia, D. Miguel Topete dejaba impronta de sus devociones particulares, entre ellas la advocación de San Miguel, por ser el santo de su nombre, y titular de la que fue única parroquia de Morón durante siglos. En cambio, la devoción a Ntra. Sra. de los Dolores pensamos que se debe a que fue Mayordomo de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno, al menos lo fue en el año 1717, siendo esta advocación mariana la que se venera en dicha corporación.

         [Si alguien está interesado en conocer los distintos Marqueses y Marquesas de Pilares, encontraréis la Lista de los Marqueses de Pilares en el apartado Anexos a las Historias situado a la derecha de este blog.]

En el siglo XVII, la peste bubónica afectó con virulencia a la población de la ciudad. Esta epidemia y los problemas generalizados derivados de la política de los austrias menores marcaron el fin del auge económico vivido por la localidad durante el siglo anterior.

A1.1.1.1.1. D. García José Topete y Topete, nacido el 28 de octubre y bautizado el 31 del mismo mes del año 1706, natural de Morón de la Frontera, que estuvo casado en primeras nupcias con su prima Dña. Beatriz Topete y Angulo (II Marquesa de Pilares), nacida el 11 de julio de 1706 en Morón de la Frontera de la cual tuvo tres hijas: Dña. María Josefa Topete y Topete (III condesa de Pilares), Dña. Mª Jacoba Topete y Topete (IV condesa de Pilares) y Dña. Mª Teresa Topete y Topete. Se casó en segundas nupcias el 5 de abril de 1734 en la iglesia de Santa Cruz de Sevilla con Dña. María Ventura Ana Gregoria de Fuentes y Veraest nacida y bautizada el 26 de octubre de 1717 en la iglesia parroquial de Santa María la Blanca de Sevilla. Sus padres fueron D. José de Fuentes y Landoño de Sevilla y Dña. Eugenia Josefa Antonia Varaest y Vivero (1698). Este matrimonio tuvo nueve hijos, Isabel, José, Ramón, Juan de Dios, Antonio Topete y Fuentes, Luis, Alonso y María del Valle.

A continuación, mostramos la casa señorial en la antigua calle Morenas, en la actualidad Dr. D. Ramón Auñón, así como una ampliación de los escudos de los Topete situado a la izquierda del balcón superior, y el de los Venegas situado a la derecha del citado balcón. En la actualidad dicha casa pertenece al municipio y está dedicada a la Casa de la Cultura.

Casa señorial en Morón

 

                              
Escudo de los Venegas
       
Escudo de los Topete











La descripción del escudo de Topete, suele ser: De plata, una gavia con ocho saetas de azur, cortado de azur con tres fajas de plata, según se desprende de Delgado Orellana, José Antonio: Heráldica de Arcos de la Frontera. (Estudio histórico-nobiliario), San Fernando (Cádiz) 1984, pág. 121.

Hasta aquí la familia Topete que nos ha servido de base para comentar los Topete que llegaron a Villamartín y se afincaron en la localidad…

Consecuentes

        …y lo hacen a través de dos hermanos: D. Alonso y D. Antonio Topete y Fuentes.

Al igual que en Morón de la Frontera, en Villamartín este apellido, junto a otros, basaron también su preeminencia en el control directo de la propiedad o explotación indirecta de ella, manteniendo entre sí una continua y constante endogamia social para preservar sus status de privilegios, por eso vamos a seguir la rama de uno de ellos que con casi seguridad tocaremos a todos.

Como ocurrió en Morón, en Villamartín se construyeron también una casa palacio, que de toda la vida se le ha llamado la Casa de Los Topete, edificada en el siglo XVII por Lope Venegas de Plasencia y luego más tarde en el año 1765 fue reconstruida por Manuel Jiménez del Canto. Esta es:

Casa Ropete en Villamartín

Para no confundir a la rama de D. Antonio le asignaremos la letra B.

B. D. Antonio Topete y Fuentes, que había nacido en el año 1750 en Morón de la Frontera, se casó con Dña. María del Carmen Jiménez del Canto y Venegas natural de Villamartín y nacida el 7 de julio de 1754. Este matrimonio se estableció en Villamartín y la primera vez que aparece en los registros de la localidad es en el año 1776, empadronados con tres hijos párvulos, aunque tuvieron cuatro hijos: B.1. D. José Manuel Topete y Jiménez (1771), B.2. Dña. Ventura (1781) casada con D. Alejandro de las Cuevas y Armario (no tuvieron descendencia), B.3. Dña. Antonia Juana (1782) y B.4. Dña. Mª de los Ángeles (1783) fallecieron solteras. 

        B1. D. José Manuel Topete y Jiménez (Jiménez del Canto), nacido en Villamartín el día 26 de mayo de 1771, maestrante de Ronda, se casó el 30 de agosto de 1799 con Dña. María Josefa Peñalver Lobato natural y bautizada el 28 de noviembre de 1774 en la iglesia de Santa María de Zahara de la Sierra (Cádiz). Tuvieron cinco hijos: B1.1 D. Antonio (1802) sin descendientes, B1.2. Dña. María del Rosario (1803) casada con D. Juan Bautista Cervera y Ferreras con 10 hijos en Medina Sidonia, B1.3. D. Pedro Félix (1805), B1.4 Dña. María de la Paz (1812) y B1.5 D. Manuel (1819) que al morir su madre se hizo cargo de él su abuela María del Carmen Ximénez del Canto y Venegas. Todos ellos nacidos en Villamartín.

        B.1.3 D. Pedro Félix Topete Peñalver, era el tercer hijo de D. José Manuel y como su padre era labrador, natural de Villamartín y nacido en el año 1805 se casó con Dña. Catalina Jiménez-Pajarero Ferreras nacida en el año 1810 en Villamartín, su padre procedía de Utrera y su madre de Villamartín, ella era una de los nueve hijos de la familia. Esta unión tuvo los siguientes hijos: B.1.3.1. Dña. Josefa (1827), B.1.3.2. Dña. Mª Josefa (1828), B.1.3.3. D. José Mª (1829), B.1.3.4. Dña. Luisa (1836), B.1.3.5. Dña. Mª del Carmen (1839), B.1.3.6. D. Antonio (1841), B.1.3.7. D. Francisco (1846), B.1.3.8. Dña. Dolores (1848) y B.1.3.9. Dña. Paz (1851).

        B.1.3.3. D. José Mª Topete Jiménez-Pajarero, nacido en el año 1829 en Villamartín, propietario, casado con Dña. Antonia de los Ríos y Ríos natural de Villamartín y nacida en el año 1838, siendo sus padres D. Ramón de los Ríos y Macides y Dña. Francisca de los Ríos y Mateos. Vivían en la calle Veracruz nº 2 (hoy calle San Francisco) con sus cinco hijos: B.1.3.3.1. Dña. Catalina (1857) casada con D. Basilio Peñalver Peñalver, B.1.3.3.2. Dña. Francisca (1860) casada con D. Luis Huertas Urrutia, B.1.3.3.3. D. Pedro Félix (1861) casado con Dña. Encarnación Peñalver Peñalver, B.1.3.3.4. D. Ramón (1863) casado con Dña. Concepción Peñalver Benítez de Tena Durán y B.1.3.3.5. Dña. Antonia (1870).

        B.1.3.3.5. Dña. Antonia Topete de los Ríos nació en Villamartín en el año 1870 y se casó con D. Joaquín María Basilio Pedro José del Stmo. Sacramento Peñalver Peñalver nacido en el año 1862 y natural de Zahara de la Sierra (Cádiz) siendo sus padres D. Basilio Mª Peñalver Cuenca natural de Zahara de la Sierra y Dña. Mª del Carmen Peñalver Torres-Lineros natural de Tebas (Málaga). Este matrimonio contaba con cinco hijas: B.1.3.3.5.1. Dña. Mª del Carmen (1879), B.1.3.3.5.2. Dña. Socorro (1885) casada con cinco hijos, residió en Madrid. B.1.3.3.5.3. Dña. Ángeles (1904) casada con D. Alfonso Sánchez Huerta nieto del difunto jefe del Cuarto Militar del Rey, B.1.3.3.5.4. Dña. Mª Mercedes casada con D. Manuel Montero Lozano y B.1.3.3.5.5. Dña. Belén casada con D. Francisco (Frasquito) Atienza Reinoso con cinco hijos.

B.1.3.3.5.1. Dña. Mª del Carmen Peñalver Topete, nacida en Villamartín en el año 1879 se casó con D. Ramon Gutiérrez Sirés nacido en Villamartín en el año 1875 cuyos padres fueron D. Juan Gutiérrez-Piñeres Topete (1861) y Dña. Mª Josefa Sirés Jiménez-Pajareroz. Fruto de este matrimonio fueron: B.1.3.3.5.1. D. Francisco (1897), B.1.3.3.5.1.1. Dña. Catalina (1898), B.1.3.3.5.1.2.  Dña. Josefa (1901), B.1.3.3.5.1.3. Dña. Carmen (1904) casada con D. David Sánchez de Ibargüen Corbacho con cinco hijos, B.1.3.3.5.1.4. Dña. Regla (1905) casada con D. Luis Sánchez de Ibargüen Corbacho, y B.1.3.3.5.1.5. Dña. Concepción (1914).

B.1.3.3.5.1.5. Dña. Concepción Gutiérrez Peñalver nacida en Villamartín en el año 1914 se casó con el médico D. Andrés Mozo Carrancio natural de Villarramiel (Palencia) cuyo padre se estableció en Villamartín, viudo, maestro de escuela y nacido en el año 1909; con el cual tuvo seis hijos, Jesús, José Luis, Fernando, Ramón, Concepción y María que son los actuales portadores del apellido “Topete” incorporado a Villamartín por D. Antonio Topete y Fuentes desde Morón de la Frontera.


 

domingo, 7 de junio de 2020

Historia n. º 45 Prohibición de sombreros


Prohibición de sombreros


En estos tiempos tan difíciles que llevamos, producto de la pandemia que nos llegó de tierras tan lejanas como China, por la cual estamos padeciendo limitaciones de nuestras libertades y prohibiciones por doquier, hay que contar que en otras épocas también tuvimos muchas prohibiciones de toda índole.

En esta Historia vamos a contar algunas prohibiciones que se practicaron para toda España, y por lo tanto llegaron a nuestro pueblo de Villamartín.

Carlos III
No siempre hemos podido usar los trajes y vestidos que hemos querido o nos han gustado más, y eso fue debido a los que mandaban en Madrid que dictaban leyes para regular el uso de determinadas prendas de vestir. Así, nos encontramos con el rey Carlos III que mandó que ninguna persona, excepto las Reales pudieran vestir brocado ni tela de oro, ni plata, ni hilo de oro ni plata, ni seda alguna que llevara oro ni plata, ni cordón, ni pespunte, ni pasamano, ni otra cosa alguna de ellos, ni bordado, ni recamado, ni escarchado… Hasta hicieron leyes que regulaban los lutos, a las mujeres le prohibieron cubrirse el rostro y a los hombres a usar capa corta en vez de la larga que era la típica española y a usar sobrero de tres picos.

Todas estas medidas, y otras no mencionadas, fueron dictadas por Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, ministro de absoluta confianza del rey Carlos III. El marqués de Esquilache se había propuesto un programa de modernización de Madrid, pero como veremos llegó a todas partes.

Sombrero de tres picos
En el cabildo de 10 de agosto de 1770, el escribano de él, leía la Real Orden del Supremo Consejo, con fecha a once de julio próximo pasado, que se había comunicado a esta villa por el Sr. Corregidor de la ciudad de Jerez de la Frontera, que trataba sobre la prohibición de los sobreros gachos y chambergos; y que se usaran por los eclesiásticos de menores y demás personas que vistiesen habito seglar el sombrero de tres picos; y los de ordenamiento sacro levantadas las alas de los costados forrados de tafetán engomadas con lo demás que instruye dicha Real Orden que se había cumplido por los Sres. Justicia y remitido al cabildo para que le constase; y vista y entendida por sus mercedes, acordaron su obedecimiento y cumplimiento, en todo y por todo como se provenía en el mandamiento y se colocara dicha orden entre las demás del Ayuntamiento.

Así mismo, el escribano leyó e hizo notorias al cabildo dos Reales Provisiones del Supremo Consejo que prohibía el uso de muselina; y enterados dichos señores, acordaron su obedecimiento y cumplimiento en todas sus partes; y que dichas Reales Órdenes se colocasen entre las demás del archivo del cabildo.

Real Provisión
Igualmente, el escribano leyó a la letra la Real provisión del Supremo Consejo; en que se prohibía, y que se recoja un discurso impreso en Valencia en la imprenta de Benito Monfort en el presente año, intitulado Puntos de Disciplina Eclesiástica propuesto a los sacerdotes por D. Francisco de Alba, presbítero, con lo demás que dicha Real Orden previene; que vista y enterada por dichos señores acuerdan su obedecimiento y cumplimiento en todas sus partes; y que se archivase entre las demás de este cabildo.

Estas son algunas de las prohibiciones del año 1770 propiciadas por el rey Carlos III y su ministro marqués de Esquilache, las de ahora ya sabéis quienes son sus protagonistas.



martes, 12 de mayo de 2020

Historia n.º 44 Al César lo que es del César II


Al César lo que es del César II


Enlazando con la Historia anterior me ha llamado la atención un apartado del magnífico artículo titulado “La Virgen de las Montañas” publicado en el año 1975 por Manuel Íñigo Mateos en Cuadernos de la provincia de Cádiz.

En dicho apartado se dicen varias aseveraciones entremezcladas que confunden al lector y que desde este blog queremos comentar.

Son éstas:

[… el patronazgo de Villamartín lo ostenta conjuntamente Santa Ana y San Sebastián y es razonable que así sea porque fueron designados…],

[…Los patronos de Villamartín fueron proclamados hace muchísimos años…],

[…Villamartín -madrugador en este aspecto- tenía sus patronos desde 1598…].


Este blog en este tema va a dejar las transcripciones de los textos del año 1598 y va a comentar el tema con palabras del siglo XXI:

      “Nuestros 700 paisanos del último tercio del siglo XVI pidieron a Su Santidad que nombrara abogados seglares de la villa a los dos sacerdotes ordenados “in sacris” porque no tenían abogados y había que salir a otros pueblos a contratarlos. Ya empezaban a tener conciencia de pueblo, por eso demandaban tener abogados y escribanos seglares, así como Patrono y abogado espiritual. Para ello pusieron en marcha la maquinaria como se acostumbraba hacer en los distintos pueblos, se eligieron santos candidatos a Patrono, y en el cabildo de 26 de enero de 1598 fueron ratificados los siguientes candidatos: 
Patrona Santa Ana

Santos Felipe y Santiago, Santa Ana madre de María, La invención de la Cruz, San Cristóbal, San Bernabé apóstol, Santo Domingo, San Sebastián, San Roque, San Juan Bautista, San Jonás, San Pedro y Pablo, San Agustín, La Magdalena, San Mateo, Santiago y San Luis Rey de Francia. A petición de los regidores Andrés Gómez de Vera y Francisco López Plata se incorporaron San Juan evangelista, San Francisco, San Jacinto y San Diego. En cabildo de 31 de enero, se incorporaron tres más, San Alfonso, Apóstol San Andrés y San José, padre y esposo de la Santa Familia. A todos estos santos se le dedicaron tres misas cantadas y al finalizar la tercera misa, en la sacristía y en presencia del cabildo se escribieron las papeletas con cada uno de los santos. Se metieron en una urna y el cura que ofició la última misa sacó la papeleta del elegido Patrón o Patrona de la villa”.


Bueno, esto es un pequeño resumen de lo ocurrido, y como sabéis salió Patrona y no Patrón. La Gloriosa y Bienaventurada Santísima Ana fue la que salió por patrona de la villa perpetuamente para siempre jamás.

Como habéis leído, San Sebastián era un candidato, su papeleta fue introducida en la urna como todas las demás, y sólo se sacó una papeleta. Visto lo anterior lo normal es preguntarse por qué hay gente influyente en Villamartín en afirmar, [… el patronazgo de Villamartín lo ostenta conjuntamente Santa Ana y San Sebastián y es razonable que así sea porque fueron designados…], […Los patronos de Villamartín fueron proclamados hace muchísimos años…], […Villamartín -madrugador en este aspecto- tenía sus patronos desde 1598…], si desde entonces hasta hoy no se ha vuelto a hacer otra elección para buscar otro abogado espiritual para la villa.

Santo San Sebastián

Sabemos por documentos históricos citados por autores locales que el santo San Sebastián tenía una ermita al final de la que hoy es llamada calle El Santo, que era bastante querido por la gente en época de epidemias de peste, que fueron varias, y la calle que albergaba su ermita recibió su nombre “Calle San Sebastián”, pero en los archivos históricos municipales no consta ninguna elección más para este motivo desde entonces (año 1598) hasta ahora (año 2020) y en los archivos históricos parroquiales no se ha encontrado hasta la fecha ningún papel que lo certifique, según palabras del anterior párroco al que suscribe. Entonces qué… ¿Estamos a lo que nos digan dos o tres?

Estos son los hechos que debemos saber y ahora nos toca a cada uno reflexionar sobre el asunto, pero desde luego no actuar como de un tiempo a acá han hecho los dirigentes de la población respecto a las tradiciones, cultura y ornamentación; unos y sus acólitos, arrimando el ascua a su sardina, y otros, dejando las cosas como están; así, visto desde fuera, Villamartín se va quedando a la cola de los pueblos limítrofes en cuando a tradiciones, cultura y ornamentación. Como muestras:
        
          Antes y siempre                                       Ahora

         Procesión del Corpus por la tarde                 Por la mañana
         Calle Botica                                                Boticas
         Calle Salto del Pollo                                    Salto del Poyo
         Calle Los Reyes                                          Virgen de los Reyes
         Calle El Rosario                                          Virgen del Rosario
         Calle Salinera                                             Salineras
         Callejón de Parrado                                     Boquete tío parrao
         Edificio Alameda Educación                          Oficinas
         Alameda con vistas                                     ¿????????????????
         Ermita Virgen de las Montañas                     Wa lā gāliba illā-llāh

por lo tanto, a Santa Ana lo que es de Santa Ana, a San Sebastián los que es de San Sebastián y a Villamartín lo que es de Villamartín.