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viernes, 25 de mayo de 2018

Historia nº 34



Las Historias que voy a traer desde hoy al blog van desde el día 19 de diciembre de 1947 al 31 de mayo de 1963, 16 años, donde Villamartín pasó de la mediocridad al estar por encima de los pueblos de su categoría. Este avance jamás conocido en la localidad se debió a un administrador de correos natural de Romangordo (Cáceres), de 49 años, llamado D. Adolfo Blanco Caballero; casado con una de Villamartín, Dña. Adelaida Jarava Trujillo. El matrimonio tuvo dos hijas, Elisa y María del Carmen, ambas naturales de Villamartín, y hasta la fecha viven en la capital de la provincia, Cádiz.
Tema: Despedida de D. Adolfo Blanco Caballero
Con este tema damos por acabado los mejores 16 años de esplendor en la historia de Villamartín. 
El 6 de febrero de 1963 se recibe la visita que el Gobernador Civil de la Provincia D. Santiago Guillén Moreno tenía prevista a la población. El Sr. Alcalde-presidente expuso la satisfacción que sentía la Corporación Municipal y el pueblo de Villamartín en general por dicha visita, dándole la bienvenida en nombre de todos y deseándole que la estancia entre los vecinos, le sea grata, afectuosa y fructífera para la resolución de los problemas latentes en aquellos momentos en la villa; hizo una sucinta relación de las realizaciones que se habían llevado a cabo en los últimos veinticinco años de paz, política constructiva y buen gobierno, haciendo resaltar en el orden cultural, la construcción del nuevo Grupo Escolar “Elio Antonio de Nebrija”, el Grupo de las Micro-escuelas, las obras de adaptación y reforma del edificio conocido por “San Francisco” para convertirlo en el Grupo Escolar “Ntra. Sra. de las Montañas”, varias Escuelas Rurales, que habían resuelto el problema endémico en la población durante muchos años de falta de Escuelas Primarias, llegando de ocho Escuelas Nacionales de niños y niñas que existían en principio, a la pujante realidad en el momento de veintinueve Escuelas Nacionales y de Patronato, más el Colegio Religioso de Hermanas de Ntro. Padre Jesús Nazareno, con cuatro secciones, con lo que podía considerarse resuelto el problema, garantizándose la Enseñanza Primaria para toda la población escolar; y como colofón la creación por el Ayuntamiento del Colegio de Enseñanza Media de Grado Elemental “Menéndez Pelayo”, en el que recibían Enseñanza Media más de un centenar de jóvenes de ambos sexos de la villa, haciendo asequible para la mayor parte de sus vecinos la Enseñanza Media, que antes era privilegio de familias económicamente fuertes, por los gastos que originaba el sostenimiento de estudiantes en Colegios y Centros de ciudades y capitales próximas. En el de la vivienda, con las construcciones siguientes:
8 casas baratas en calle Rodríguez de Valcárcel, 56 casa ultra-económicas en “La Tenería”, por el Patronato Social “José Antonio”, los 2 Grupos “San Sebastián” y “Santa Ana” con 100 viviendas de tipo social construido por la Obra Sindical del Hogar, 50 Viviendas de tipo social construida por el Ministerio de la Vivienda que constituyen la barriada “Álvaro Domecq” y centenares de viviendas modestas construidas por la iniciativa privada en la margen derecha de la Avenida Manuel Jiménez Maza y en “La Noria”, que habían mitigado en parte el problema de la falta de viviendas, y que habían engrandecido y hermoseado el conjunto de la población. Y en cuanto a urbanización y servicios municipales, el completo de la red general del alcantarillado, el abastecimiento de agua potable en toda la población, la pavimentación de la mayoría de las calles de la villa, el alumbrado público fluorescente, en muchas de sus principales vías, la construcción del nuevo Matadero Municipal, y otras de menor trascendencias.

Así mismo, expuso que los problemas latentes en aquellos momentos, más urgente de resolución, eran: la solución del paro estacional que todos los años invariablemente se presentaba como consecuencia de épocas de lluvias que impedían el trabajo de la casi totalidad de la población obrera de la villa, que era agrícola, ocasionando verdaderas calamidades públicas. Y la construcción de viviendas de renta módica, que albergaran a más de 150 familias que mal vivían en chozo y chabolas primitivas, en las barriadas conocidas por “La Fuentezuela”, “Los Areniscos” y “El Barrero”, para poder hacer desaparecer esos albergues, que constituían una lacra social para la población.
Seguidamente hizo uso de la palabra el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia, D. Santiago Guillén Moreno, dando las más expresivas gracias a la Corporación Municipal y al pueblo de Villamartín por la recepción que le había tributado; hizo constar su satisfacción por las realizaciones que se habían llevado a cabo, expuestas por el Sr. Alcalde-presidente, y manifestó que era preocupación constante del Gobierno de la Nación dar solución a los dos problemas del paro estacional, creando puestos de trabajos para ocupar a los obreros en paro forzoso de forma permanente, que ya era abordado en el Plan de Desarrollo iniciado; y construir viviendas suficientes e higiénicas, donde albergar a esas familias humildes, que habitaban en chabolas, problema en vía de solución gracias al Decreto del Ministerio de la Vivienda sobre viviendas de rentas reducidas para hacer desaparecer el chabolismo en toda España, que con la ayuda de Dios se irían ejecutando.
A continuación, se levantó la sesión marchado todos a girar visita a edificios públicos culturales, religiosos y de servicios municipales de la villa.
Varios meses después de esta visita, el Sr. Alcalde D. Adolfo Blanco Caballero ya sabía el destino que la vida le había preparado junto con su familia: Cádiz. Así, el 31 de mayo de 1963 al final de la sesión, el Sr. Presidente, trató de despedirse de sus compañeros de Corporación, de la que quizás sería la última sesión que presidiera, por haber sido designado Jefe de la Administración Principal de Correos de Cádiz, después de más de 16 años de desempeño de la Alcaldía, despedida que no pudo expresar con palabras por impedírselo la más intensa emoción, ya que al marcharse dejaba en esta localidad, los mejores años de su vida, con todo su cortejo de ilusiones, inquietudes, luchas, vinculado totalmente a ella material y espiritualmente, donde había dejado hondas raíces, tanto en el aspecto privado como público, textualmente de esas frases encontradas que se ahogaban en su garganta por la emoción, solo se pudo recoger para plasmarla en el libro de Actas, la siguiente: “que si a alguno había ofendido, le rogaba lo perdonara”, después de esas frases se observó un silencio de más de dos minutos, en el cual todos los presentes permanecieron en actitud estática de suspense, sin que ninguno de los asistentes hiciera uso de la palabra, parecía como si todos y cada uno de los miembros de la Corporación, le pidieran perdón por aquellos actos que hubieran podido ofenderle, daba la sensación que en el Ayuntamiento entero, había desaparecido las pequeñas diferencias y posibles rivalidades propias de Corporación que imprimen carácter, para formar un solo corazón y un solo grito y pedir a la Presidencia urgentemente y de conformidad con lo dispuesto en el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales, convocase sesión extraordinaria, para que objetivamente se diera testimonio de la labor municipal en esta villa, en tan largo periodo de su Alcaldía, el más brillante y fecundo de la historia de este Municipio; la Presidencia no pudo menos, de conformidad con el precepto legal, que decretar la convocatoria de la sesión solicitada, de forma velada parecía como si la estridencia de un proyectado homenaje, ese algo de Justicia de un pueblo agradecido a su Alcalde interrumpiera ese silencio expresivo de Iglesia, de meditación interior, de recuerdos del hombre que al consumir los mejores años de su vida, cree haber cumplido con su deber y espera solo el supremo homenaje en Dios.

Dos día después, el 2 de junio de 1962, la Presidencia accidental de esta sesión declaró abierto el acto manifestando que la convocatoria de la misma se había llevado a cabo en forma legal como se indicaba en el párrafo primero (“…conforme a lo establecido en el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales, artículo 193, nº 2, utilizando la facultad que le otorgaba el Art. 294, nº 1, apartado 2) de la vigente Ley de Régimen Local”), con el exclusivo fin de tratar y resolver sobre asuntos de Régimen Interior de la Corporación, concernientes al Sr. Alcalde-Presidente D. Adolfo Blanco Caballero, por cuya causa quedaba justificada su ausencia y la plena libertad de resolver por parte de la Corporación.
Por el Sr. Presidente-accidental, se manifestó a la Corporación, que el nombramiento de Jefe de la Administración Principal de Correos de Cádiz, recaído en el Alcalde-Presidente D. Adolfo Blanco Caballero, llevaba consigo el deber de residencia y le obligaba también el cese del cargo de Alcalde, dentro de breves días, y recogiendo el sentir general de la población, el Ayuntamiento Pleno, como organismo representativo de la misma, debía testimoniar públicamente su agradecimiento por la admirable labor realizada por este probo Alcalde en sus 16 años de mandato, en los que Villamartín había vivido el resurgimiento mayor de su historia, al igual que sus representantes habían sabido recoger las sabias disposiciones del Gobierno, convirtiendo en realidad cuantos proyectos se habían suscitado, siempre  que habían traído consigo la elevación del nivel cultural y el bienestar de sus habitantes.
El pueblo de Villamartín, que sabía agradecer, no pudo pasar por alto el reconocimiento que debía a su Alcalde-Presidente D. Adolfo Blanco Caballero, consagrado a su función durante su mandato y entendían todos, que, aunque modesto, era aconsejable perpetuar su memoria para estímulo y ejemplo de generaciones venideras dispensándole un homenaje de gratitud, nombrándole hijo Adoptivo de la Villa, con la entrega de un pergamino y placa conmemorativa de su gestión.
La transformación experimentada por el pueblo en todos los órdenes de la administración, resultaría prolijo enumerarlas, siendo obligado resaltar, aunque someramente, las obras de abastecimiento de aguas y distribución, viviendas en número de 202, escuelas primarias en número de 25 y últimamente la construcción del edificio destinado a Instituto de 2ª Enseñanza, orgullo de Villamartín, de trascendental importancia por enorme aportación a la cultura de las generaciones venideras.

Todas ellas, sin excepción, se debían sin duda alguna a la gestión personal del Alcalde, que como ya se decía, supo interpretar tan sabia y oportunamente cuantas disposiciones fueron emanando de un Estado moderno, que pudieran beneficiar a Villamartín.
Los señores reunidos, haciéndose eco de las manifestaciones anteriores, que hacían suyas tanto en sus sentimientos como en su exposición, con espontánea unanimidad y conscientes de ser con ello, fieles intérpretes del sentir general de la población, acordaron:
1.       Nombrar hijo adoptivo de la Villa al Alcalde-Presidente D. Adolfo Blanco Caballero.
2.       Testimoniar el nombramiento, otorgándole un pergamino y placa conmemorativa de su gestión, en metal noble.
3.       Rendirle el homenaje popular, al que se había hecho acreedor.
4.       Nombrar una comisión integrada por el Sr. Primer Teniente de Alcalde D. Tomás Barea Romero, Sr. teniente de Alcalde D. Ramón Morales Andrades y Sres. Concejales D. Sebastián Álvarez Garrido, D. Fernando Ruiz Romero y D. Lorenzo Ruiz Mesa, para que organizaran en la forma conveniente, los actos a celebrar para la ejecución de los anteriores acuerdos, facultándolos para que realizaran los gastos necesarios.
El día 23 de junio, siendo todavía Alcalde D. Adolfo Blanco Caballero, éste manifestó que había convocado la sesión pública extraordinaria del Ayuntamiento Pleno, haciendo uso de la facultad que le otorgaba el artículo 294 de la vigente Ley de Régimen Local, y teniendo en cuenta de la urgente resolución de los asuntos a tratar, de los que ya tenían conocimiento los señores Capitulares, por la convocatoria cursada, pasándose seguidamente a considerar sobre los mismos.
-          El Sr. Alcalde-Presidente manifestó a la Corporación Municipal, que el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia D. Santiago Guillén Moreno, tenía anunciada visita oficial a la población para el día uno de julio, con el fin de proceder a la inauguración oficial de los siguientes edificios y obras públicas ya terminados en la población: el Colegio Libre Adoptado de Enseñanza Media de Grado Elemental “Menéndez Pelayo!; el Grupo Escolar de seis secciones para niños “Elio Antonio de Nebrija” y las 8 Viviendas para maestros Nacionales del mismo; el Matadero Municipal; y el Cuartel de la Guardia Civil, debiendo procederse a la organización de la recepción para darle la mayor solemnidad a los actos (1); y los señores Capitulares después de amplia deliberación, acordaron por unanimidad:

1º Designar una comisión del seno de la Corporación, integrada por los Sres. Capitulares, D. Manuel Morales Gómez, D. Sebastián Álvarez Garrido y D. Lorenzo Ruiz Mesa, para que organizaran el acto de la recepción oficial.
2º Que teniendo en cuenta que el Grupo Escolar de seis secciones para niños “Elio Antonio de Nebrija” adolecía de varios defectos ligeros de construcción se procediera a su reparación, por administración directa, dada la urgencia, al objeto de que el día de la inauguración estuviese terminado.
3º Que con el fin de que el Grupo Escolar quedase perfectamente terminado y en las mejores condiciones para desarrollar su fin, que, por el perito alarife de la villa, se formulara proyecto y presupuesto para construir una cerca que lo aislara de contacto con los transeúntes del exterior y a su vista se resolvería.
4º Que se hiciera una instalación de alumbrado en el Paseo de la Alameda Miguel Primo de Rivera, con candelabros y alumbrado fluorescente, que completara la estética de dicho Paseo.
-          El Sr. Alcalde-Presidente, D. Adolfo Blanco Caballero, expuso a la Corporación Municipal, que tenía necesidad de trasladar su residencia a la Capital para tomar inmediata posesión del cargo de Administrador Principal de Correos de Cádiz, para cuyo cargo había sido designado por la Dirección General de Correos y Telecomunicación, por lo que siguiendo instrucciones verbales del Gobierno Civil de la Provincia y de conformidad a lo que disponía el artículo 20 del vigente Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales, en ese momento, hacía entrega de las funciones de Alcalde y Presidente del Ayuntamiento, al primer Teniente de Alcalde, D. Tomás Barea Romero, a quien le correspondía reglamentariamente y con carácter accidental sustituirle hasta que por el Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación fuera designado el nuevo Alcalde-Presidente del Ilmo. Ayuntamiento, testimoniando una vez más su más profundo agradecimiento a todos los Señores Capitulares, por la leal, entusiasta y activa colaboración que la habían prestado durante los 16 años en la que había desempeñada la Alcaldía-Presidencia, así como a ellos y al pueblo de Villamartín en general por la designación que se le había hecho por el Ayuntamiento Pleno, de hijo adoptivo de la Villa, en su sesión pública extraordinaria celebrada el día 2 de los corrientes, nombramiento con el que se consideraba  muy honrado, y por el homenaje que se le rindió el domingo 16 de los corrientes en los locales del Colegio de Enseñanza Media de Grado Elemental “Menéndez Pelayo” de la villa, como igualmente por el pergamino y placa de oro que se le entregó en dicho acto, acreditándole dicho nombramiento.
El Sr. Primer Teniente de Alcalde, D. Tomás Barea Romero, aceptó el desempeño accidental de la Alcaldía-Presidencia, en la que prometió cumplir exactamente su cometido al frente de la Administración Municipal.
Y los señores Capitulares se dieron por enterados con satisfacción de las anteriores manifestaciones y acordaron por unanimidad prestar su aprobación a la sustitución, y ofrecer al Sr. Barea Romero, su más leal, efectiva y entusiasta colaboración para el desempeño de sus funciones.

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(1)    El Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento, D. Santiago Guillén Moreno, conocedor de la obra en Villamartín de D. Adolfo Blanco Caballero y de que el día 27 de junio tomaba posesión de su nuevo cargo de Administrador de Correos, suspendería, de alguna manera porque no hay constancia, su visita el día 1 de julio. Se sabe que el día 15 de julio el alcalde accidental D. Tomás Barea Romero hizo saber al pueblo y a los invitados, que el día 16 de julio a las seis de la tarde llegarían a la localidad las Autoridades Provinciales para inaugurar diversas obras, en conmemoración del Alzamiento Nacional.
Estas Autoridades eran el Delegado Especial del Excmo. Sr. Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento, D. Pedro Aljama Gutiérrez, y el Consejero Provincial del Movimiento, D. Francisco Arenas Martín.
El día 16 se inauguraron los edificios provistos con estas autoridades provinciales y las locales. De estos actos se levantó acta certificada y se remitió el 20 de julio al Excmo. Sr. Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento para su superior conocimiento y constancia en el Gobierno Civil. Como el Sr. Gobernador Civil tenía también el cargo de Jefe Provincial del Movimiento hizo que se enviara el día 24 de julio una copia a la Jefatura Provincial del Movimiento.
Esta acta solo tenía validez de certificación de actos realizados como era y es costumbre, pero no forma parte de las Actas Capitulares, por tanto, oficialmente quedó el día 1 de julio como día de las inauguraciones.

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