EXCMO. SR. MINISTRO DE FOMENTO
“El
Ayuntamiento, mayores contribuyentes y otros vecinos de Villamartín provincia
de Cádiz, que subscriben a S. E. con la debida consideración hacen presente que
la carretera en construcción desde Jerez a Hardales para enlazar con la de
Málaga es una de las mejoras más trascendentales y beneficiosas a esta
población que pudiera haber concebido la tutelar solicitud del Gobierno que tan
sabiamente (piensa). Esta nueva vía que abre las puertas a Villamartín de
algunos de los principales mercados andaluces para la exportación de sus
estimables productos, consistentes en los más necesarios cereales, abre también
a su prosperidad nuevos horizontes presentándosele un porvenir tan tarjero que
no pueden menos por el que felicitarse los que hablan y con ellos la población
toda sin excepción de clases.”
“Sin
embargo, Excmo. Sr., en medio de su sincero gozo tienen el disgusto de que esta
anhelada mejora no la disfrutarán en mucho tiempo o si la disfrutan no será de
fijo con la amplitud y extensión de que ello es susceptible, dejándose de
abstenerse en su virtud los resultados. Esto que promete, la causa motora de
esta desventaja es, que aún falta para este pueblo dos obras tan precisas que
sin ellas quedará casi nulo, al menos en algunos años, la utilidad
incuestionable de la carretera. Es la primera de estas obras una sencilla rampa
que partiendo desde la salida de la población por la calle San Sebastián (hoy
El Santo), vaya a empalmar con dicha vía que se encuentra a la corta distancia
de sesenta u ochenta metros. La necesidad es tan (urgente) que se halla fuera
de toda discusión, porque constituyendo la salida una pendiente desigual y
rápida de difícil, si no imposible acceso a todo carruaje, el dejarse practicar
la deseada obra sería como establecer una interceptación (resto del folio ilegible)”.
“El
Ayuntamiento la haría con placer y como un objeto indiscutible de eminente
conveniencia local, si sus recursos se lo permitieren pero son estos hoy tan
reducidos que apenas con crecientes apuros le bastan a cubrir sus más
prioritarias atenciones. No obstante,
como a la inmediata villa de Bornos haya concedido el Gobierno, no una sino dos
obras de esta clase, atendiendo sin duda a las propias razones que militan a
favor de Villamartín, los exponentes alimentan la grata y segura esperanza, de
que por el igual principio de equidad obtendrán de la paternal mano del
Gobierno el mismo beneficio como complemento para esta población del
inmensísimo que recibe con la construcción de tan precisa vía”.
“La otra
obra… [cortamos aquí la petición porque “La otra obra” y lo que sigue pertenece
a otra Historia, terminando la petición como sigue.].
S U P L I C A
N a S.E. que, atendiéndolas
benévolamente, cual de su rectitud es de esperarse se sirva disponer la
construcción de la rampa y (“La otra obra”) que dejan indicadas como obras
beneficiosas sumamente a los intereses de esta población enlazados a los
generales del país a que tan preferente atención concede el ilustrado Gobierno
que felizmente rige nuestros destinos.
Dios guarde
la vida de S. Bondad.
Villamartín 8 de noviembre de 1863
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