Escandaloso
sacrilegio
Hoy
vamos a contar una historia ocurrida en la iglesia de Santa María de las
Virtudes de Villamartín el día 30 de mayo de 1819, pero tratada en cabildo de 30 de junio del mismo año. En aquel entonces gobernaba
la localidad D. Nicolás Díaz Molín, corregidor, y D. José Topete Ximénez y D.
José Romero García, alcaldes ordinarios. En dicha historia vamos a reproducir
varios vocablos utilizados por el redactor de ella para que veamos su cultura.
Ese día, nos cuentan las crónicas que se cometió un escandaloso sacrilegio dentro de la iglesia parroquial de la villa, por Nicolás Trujillo Armario, natural de Villamartín y menor de edad, el cual armado de quimera con Lorenzo de Reyes de poca más edad, vecino de Villamartín y natural de Prado del Rey dio a éste violentamente una herida con arma cortante y punzante en la parte anterior del muslo izquierdo dentro de dicha iglesia de la cual resultó copiosísima efusión de sangre en ella. Todo por el motivo de haber querido el Reyes chanceando quitar al Trujillo un clavel que tenía en la mano.
El
señor alcalde ordinario por el estado noble de la villa D. José Topete y
Ximénez entendió que de este criminal hecho había que juzgarlo e imponerle las
penas temporales y corporales que competían a su jurisdicción real así como
también las eclesiásticas para la asignación de las espirituales y absolución
de cualquier entredicho que semejante atentado escandaloso por su esencia y por
haber sucedido cuando se hallaba la iglesia llena de fieles en la solemne misa
mayor del primer día de Pascua de Pentecostés constituyó la violación y
profanación del templo, el cual por esta causa muy dolorosa al vecindario, había estado cerrado desde el mismo acto de ella hasta el día siete del corriente mes
y año en que en virtud del despacho del señor provisor y vicario general del
Arzobispado había sido bendecido por el señor D. José de Bores vicario y cura
propio de la villa y restituido a él el Santísimo Sacramento en devota
procesión desde el convento de religiosos de San Francisco a donde
interinamente había sido trasladado.
El
Ayuntamiento quiso dar a Dios nuestro señor una humilde satisfacción del
agravio que se le había hecho y al pueblo su ejemplo de religión para que todos
sus vecinos se estremecieran delante de S.M. y para que procurando cada cual dar
a sus hijos una cristiana educación sirviera ésta de escudo contra el imperio de
la cólera y contra todo acto ofensivo a su divino Redentor.
Acordaron
todos que se celebrara en la citada parroquial una función solemne con misa y
sermón de desagravios al patente Santísimo Sacramento convocándose por Bando a
tan debido y religioso acto a todos los vecinos de la villa de cualquier
estado, clase y condición.
Con
objeto a que el acto fuera más edificante se despachó un oficio al referido
señor vicario con el testimonio del acta para que se sirviera convocar a su
clero pidiendo a éste asenso de hacer causa común con el Ayuntamiento en dicha función
concurriendo a ella una y otra corporación de unánime conformidad.
Por si
la propuesta era aceptada se nombraron a D. Vicente de los Ríos y a D. Juan
Palomo para que en unión con el señor vicario dispusiesen lo conveniente a su
ejecución asignando el día. El nombramiento del orador que deseaba el
Ayuntamiento era el señor presbítero D. Juan María de los Ríos. De los gastos
originados de una y otra corporación darían cuenta los dos comisionados.
Así
se acordó y quedó solucionado este tan doloroso y escandaloso sacrilegio
cometido dentro de la Iglesia de Santa María de las Virtudes.
Vocabulario
Quimera: “Pendencia,
riña o contienda”.
Chanceando: “Bromeando”.
Patente: “Manifiesto,
visible”.
Asenso: “Acción
y efecto de asentir”.