casa topete

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20 noviembre 2024

Historia nº 23 Una abuela para dos familias.

 

Una abuela para dos familias

 

Hace unas semanas se emitió en TVE el documental «Colón ADN. Su verdadero origen» y su contenido nos ha posibilitado conocer algo más sobre la persona de Cristóbal Colón. En Villamartín no vamos a ser menos, y, por tanto, vamos a conocer el origen de algunos vecinos. Hay que aclarar, que no hemos seguido la metodología empleada en el documental, sino las consultas a los padrones de habitantes de la localidad. Así, esta historia amplia y completa en parte la historia número 36 «Claves de un hijo predilecto: Pedro Garrido», publicada en el libro 52 historias de la Villa de Villamartín, y el artículo «Los Garrido Romero de Villamartín», publicado en el Libro de Feria del año 2023.

         Comenzaremos como lo hicimos en la historia y el artículo.

         Si la Virgen de las Montañas quiso ser conocida por los pueblos comarcanos a Villamartín fue porque muchas historias de los hijos de estos pueblos convergen o pasan por este lugar. Por eso, la historia que contamos tiene como origen el pueblo de Ubrique, el de Bornos y Villamartín.

         En primer lugar, tenemos a Francisco Romero Ramos, nacido en el año 1788 en Ubrique. Se afincó en Villamartín en el año 1812, soltero y con 24 años para encontrar un mejor nivel de vida a su futuro como cerrajero. Se casó con una joven villamartinense de 16 años llamada Josefa Gil, nacida en el año 1797. Se establecieron en la calle Veracruz (hoy San Francisco) número 44. De dicho matrimonio salieron los siguientes hijos: Juan (1815), Ana (1819), Sebastián (1821-1827), Francisca Romero Gil (1823), Joaquín (1825) y José (1827); todos nacidos en Villamartín.

         Como ustedes conocen ya, por la historia y artículo citados, Francisca Romero Gil (1823) se casó con el maestro D. Pedro Garrido Garrido, nacido en Bornos en el año 1810, dando lugar este matrimonio a la saga de los «Garrido Romero de Villamartín». Cuyos miembros más destacados fueron D. Pedro Garrido Romero, comandante Laureado de Infantería del ejército español en Cuba, hijo predilecto del pueblo de Villamartín y dio nombre a la calle Veracruz donde nació como calle de Pedro Garrido; y su hermano Segundo Garrido Romero igualmente comandante Laureado de la guerra de Cuba.

         Haciendo alusión al título de esta historia nos vamos a centrar en la verdadera protagonista de ella, Dña. Josefa Gil.

         Dña. Josefa Gil estuvo ligada a D. Francisco Romero Ramos hasta el año 1828. Fue esposa y madre hasta que éste falleció. Dejándola viuda y con cinco hijos menores.

         Por otro lado, en la calle Veracruz (hoy San Francisco) y en la casa número 35 del año 1817 nos encontramos a un matrimonio formado por José Carmona y Catalina Rubiales, ambos de 38 años y sin descendencias. Los acompañaba un sobrino de él, llamado Francisco Carmona de 15 años de edad. Algún problema de salud habría en esta familia, ya que, en el año 1828 falleció Catalina Rubiales. Dejando viudo a José Carmona y sin descendencia.

         No se sabe lo que ocurrió, pero lo cierto, es que en el año 1830 aparecen José Carmona y Josefa Gil casados y viviendo en la calle Veracruz número 44.

         Esta nueva familia se fue agrandando, y hacia el año 1837 la formaban los siguientes hijos: Juan y Ana Romero Gil se había casado y ya no vivían en la casa; Francisca, Joaquín y José Romero Gil estaban solteros y vivían en la casa; Ventura (1831), Sebastián (1835) y M.ª Josefa (1837) Carmona Gil son los tres hijos producto de este nuevo matrimonio.

         Esta historia que contamos hoy va a seguir la línea de los «Carmona Gil» porque es la razón de ella.

         Ventura Carmona Gil (1831), no se sabe lo que le ocurrió puesto que, más allá del año 1844 se le pierde su pista y no aparece en los registros de los años siguientes. Posiblemente se casaría más joven aún que su madre y se fue de la población. En una publicación de la época llamada «La Discusión» de Madrid de fecha 7 de marzo de 1863, encontramos en una lista de firmantes a favor del héroe de la revolución italiana José Garibaldi, a un Ventura Carmona que posiblemente sea él.

         Sebastián Carmona Gil (16-10-1834) se quedó soltero. En 1862 vivía en calle Veracruz 46 (hoy San Francisco) con su hermana de madre Josefa Romero Gil y varios nietos de ésta. El 22 de enero de 1879 ingresó en el Cuerpo Eclesiástico del Ejército como Capellán 2º estando destinado en el Regimiento de Was Rás 53, como se puede ver en el Anuario Militar de España del año 1892.

         M.ª Josefa Carmona Gil (1837), nacida en Villamartín. Es la tercera y última de los tres hermanos. Hacia el año 1860 se casó con Cristóbal de los Ríos, nacido en el año 1832 en Puerto Serrano (Cádiz), de profesión zapatero. De este matrimonio, tal como se ha descrito anteriormente, solo lo tenemos en el año 1862, viviendo en el número 17 de la Plaza de Isabel II y con un solo hijo, Juan, que por entonces contaba con meses. A partir de entonces esta familia desaparece de los registros durante 24 años, para aparecer de nuevo en el año 1886. En esta ocasión M.ª Josefa Carmona Gil contaba con 49 años, viuda y vivía en la Plaza del Oriente s/n con sus hijos Juan de los Ríos Carmona nacido en 1862, Catalina de los Ríos Carmona nacida en 1866 y Cristóbal de los Ríos Carmona nacido en 1870. Los tres nacieron en Villamartín (Cádiz).

         A partir de este momento la historia se va triplicar, así que, cuando hablemos de la familia de Juan le vamos a poner delante la letra «A», a Catalina la letra «B», y a Cristóbal la letra «C».

         A. Juan de los Ríos Carmona de profesión jornalero vivía en la calle Almodóvar del Río (hoy San Juan de Dios), casado con Ana Bocanegra Gutiérrez, nacida en el año 1875 en Villamartín. En el año 1905 contaban con los siguientes hijos: A1. José (1894), A2. Ana (1897), A3. María (1899), A4. Juan (1901) y A.5. Encarnación (1903), A6. Carmen (1908), y Antonio de los Ríos Bocanegra (1911).

         A.1 José de los Ríos Bocanegra. (Sin información).

         A.2 Ana de los Ríos Bocanegra se casó con Tomás Capilla García, nacido en Villamarín en el año 1894, de profesión taxista. Este matrimonio vivió en la calle Carreteros número 31 y tuvieron los siguientes hijos: María Capilla de los Ríos (1922), Antonio Capilla de los Ríos (1926), Tomás Capilla de los Ríos (1928), Francisco Capilla de los Ríos (1931), Rafael Capilla de los Ríos (1934), Pedro Capilla de los Ríos (1938) y Ana Capilla de los Ríos (1939). En el año 1950, Tomás Capilla García, el taxista, estaba viudo y vivía en la misma casa con seis de sus hijos. La única en este tiempo se había independizado de la familia era A2.1 María Capilla de los Ríos que se casó con Juan García Ruiz (1919) nacido en Villamartín. Vivían en la calle Rosario, 93 y tenían una hija llamada Mercedes García Capilla (1949).

         Como veis todos los descendientes de A2.2 Antonio, A2.3 Tomás, A2.4 Francisco, A2.5 Rafael, A2.6 Pedro y A2.7 Ana son descendientes de Josefa Gil.

         A.3 María de los Ríos Bocanegra se casó con Juan Silva García, nacido en Villamartín en el año 1893, de profesión campo. Este matrimonio tuvo dos hijos, A3.1 Emilio Silva de los Ríos (1920) y A3.2 Juan Silva de los Ríos (1924). Al poco de nacer este último fallece María de lis Ríos Bocanegra. Un año más tarde Juan Silva García, viudo, se casó con su cuñada A.5 Encarnación de los Ríos Bocanegra con la que tuvo dos hijos: A5.1 Rosario Silva de los Ríos (1926) y A5.2 Eloy Silva de los Ríos (1932). En el año 1940 vivían los seis en la Ctra. Jerez-Ronda número 7. En el año 1950, y posteriores, vivían en la misma casa Juan Silva de los Ríos (1924), natural de Villamartín, de profesión campo, con Eulogia Pérez López nacida en Villamartín en el año 1926 y los hijos de ambos: Juan Silva Pérez y Francisco Silva Pérez.

         Como veis todos los descendientes de A3.1 Emilio, A3.2 Juan, A5.1 Rosario, y A5.2 Eloy son descendientes de Josefa Gil.

         A.4 Juan de los Ríos Bocanegra. (Sin información).

         Como veis todos los descendientes de A.4 son descendientes de Josefa Gil.

         A.6 Carmen de los Ríos Bocanegra. De los datos que se poseen de ella, parece ser que a los 20 años estando soltera tuvo una hija llamada A.6.1 María Paz de los Ríos Bocanegra (1929). Dos años después de esos datos aparece A.6 Carmen viuda y con dos nuevos hijos A.6.2. Juan Gil de los Ríos (1931) y A.6.3 Manuel Gil de los Ríos (1937). El padre de los dos últimos no aparece en los registros consultados. Posiblemente hubo fallecido.

         Como veis todos los descendientes de A6.1 María Paz, A.6.2 Juan, A.6.3 Manuel son descendientes de Josefa Gil.

         A.7 Antonio de los Ríos Bocanegra. (Sin información).

         Como veis todos los descendientes de A.7 son descendientes de Josefa Gil.

         B. Catalina de los Ríos Carmona, natural de Villamartín y casada en primeras nupcias con José Márquez Rodríguez, nacido en Villamartín en el año 1863 y de profesión jornalero. De este matrimonio salieron: B.1. María Micaela Márquez de los Ríos (1889), B.2. José Ramón Márquez de los Ríos (1891), B.3. Francisca de Paula Márquez de los Ríos (1894), B.4. Rosario Márquez de los Ríos (1898), y B.5. Miguel Márquez de los Ríos (1901). El marido de Catalina fallecería posiblemente entre el 1902 y 1903 porque en el año 1905 aparece Catalina de los Ríos Carmona casada en segundas nupcias con Antonio Sánchez Cepeda. Los dos aportaron hijos al matrimonio, ella, los que hemos visto anteriormente, y, él, a José Sánchez Márquez de 14 años y Miguel Sánchez Márquez de 13 años de edad

         Como veis todos los descendientes de B.1 María Micaela, B.2 José Ramón, B.3 Francisca de Paula, B.4 Rosario y B.5 Miguel son descendientes de Josefa Gil.

         C. Cristóbal de los Ríos Carmona de profesión jornalero, cuando se casó, hacia el año 1895, vivía en la calle Álvarez Troya, 73. Se casó con Francisca Reguera Montero (1873) de Arcos de la Frontera (Cádiz). En el año 1905 se cambiaron a calle de Dueñas, 59; con ellos vivían sus hijos: C.1 Cristóbal de los Ríos Reguera (1896), C.2 Francisco de los Ríos Reguera (1898), C.3 Juan de los Ríos Reguera (1901), y C.4 Berny de los Ríos Reguera (1903). Todos naturales de Villamartín. Vivía también con ello la abuela Josefa Carmona Gil con 69 años.

         Como veis todos los descendientes de C.1 Cristóbal, C.2 Francisco, C.3 Juan, y C.4 Berny son descendientes de Josefa Gil.

         Como en otras ocasiones que hemos tratado temas como el que nos precede, decimos que esta historia no está acabada y cerrada ya que falta mucha información que adjuntar por mi parte o por parte de los familiares que se vean aludidos.

 

10 octubre 2024

Historia nº 22 Poema a la patrona

 

Poema libre a la Patrona

——oOo——


Villamartín, tierra andaluza,

en donde el sol besa la sierra,

se alza Santa Ana, patrona,

guía y luz de nuestra tierra.

 

Desde tiempos inmemoriales,

tu nombre resuena en el viento,

protegiendo a tus fieles,

con amor y sentimiento.

 

En la iglesia te veneramos,

con devoción y alegría,

y cada 26 de julio,

celebramos tu día.

 

Tus manos, llenas de gracias,

nos bendicen con fervor,

y en cada rincón del pueblo,

se percibe tu amor.

 

Oh, Santa Ana bendita,

En nuestro corazón sin fin,

Tu luz nunca se apaga,

¡patrona de Villamartín!

 

JEARME


28 julio 2024

Historia nº. 21 Día de Santa Ana

 

Día de Santa Ana


Imagen de Santa Ana madre


             Aunque el día de Santa Ana, patrona de Villamartín, fue el día 26 de los corrientes, se aprovechó el día 27 de este mismo mes a las 21:00 horas, sábado, para celebrar un acto en la parroquia de Santa María de las Virtudes, que en términos de marketing comercial lo podíamos clasificar de «tres en uno».

            La parroquia de Santa María de las Virtudes estaba en esos momentos con un lleno completo, la mayoría eran gentes del pueblo, pero también había muchos forasteros, por lo que podemos decir que no había entradas.

            Y es que ese día se celebraba tres cosas importantes para el pueblo: el primer lugar, misa; en segundo lugar, la presentación de D. Jorge Raúl como nuevo párroco de la parroquia de Santa María de las Virtudes; y, en tercer lugar, el día de la Patrona Santa Ana. Los tres en un solo acto y en el orden anteriormente dicho.

            Con respecto a los dos primeros actos, este blog no tiene nada que comentar porque esos pertenecen a asuntos privados de cada persona, pero sobre el tercero, como es un acto histórico de Villamartín, sí hay que hacer algunas críticas; porque ciertos matices erróneos, dependiendo de quien lo dice, se toman como verdaderos y son muy difíciles de erradicar; por ejemplo, el nombre de la calle El Salto del Poyo, alguien dijo que la calle se llamaba así, y así se ha quedado, sin embargo la calle desde mediado del siglo XIX se le ha llamado y escrito siempre Salto del Pollo.

            No sabemos quién le ha escrito el texto que el Sr. alcalde leyó a mediado del acto, pero quien fuera debió de documentarse un poquito:

            Ayer oímos decir que «los habitantes de Villamartín del año 1598 decidieron buscar una patrona», cuando en realidad lo que buscaban eran «tener patrono y abogado espiritual».

            También oímos decir que en un «saquito se metieron papeletas con los nombres de todos los santos», cuando en realidad se metieron veintitrés papeletas con estos nombres: Santos Felipe y Santiago, La invención de la Cruz, San Bernabé apóstol, San Sebastián, San Juan Bautista, San Pedro y Pablo, La Magdalena, Santiago, Santa Ana Madre de María, San Cristóbal, Santo Domingo, San Roque, San Jonás, San Agustín, San Mateo, San Luis rey de Francia, San Juan evangelista, San Francisco, San Jacinto, San Diego, San Alfonso, Apóstol San Andrés y San José, padre y esposo de la Santa Familia.

            Por último, oímos, y estos lo han dicho todas las Corporaciones, que después de la misa habría fiestas en general, pero de un tiempo a acá no se ha hecho. Se le ha dado de lado al «paquete», y se ha primado otras fiestas en detrimento de las fiestas a la Patrona de Villamartín: SANTA ANA madre de la Virgen María. Amén.

05 febrero 2024

Historia n.º 20 Rotulaciones de calles

Rotulaciones de calles

    El 1 de octubre del año 2021 se hizo una entrada en el blog «Calles, Plazas y Paseos de Villamartín» con el título «Sobre rotulaciones de calles» y hemos tenido el silencio por respuesta. Hoy la vamos a incluir en este blog a ver si el encargado del ramo nos dice con argumentos, por qué se mantienen los errores de rotulación hasta hoy día.

    Nuestros argumentos son los que siguen:

  Nos vamos a remontar al 31 de agosto de 1989 donde se acuerda rotular 28 calle ya existente con nueva denominación; y, por otro lado, al 30 de noviembre del mismo año donde se hace lo mismo que lo anterior, pero de una forma más generalizada dando lugar al callejero actual de Villamartín.

   Las rotulaciones de calles mencionadas y aprobadas los días de esas dos fechas nombradas en el párrafo anterior, constituyen dos auténticos acuerdos del Ayuntamiento Pleno. No sé si por unanimidad, puesto que el acta capitular de donde se ha tonado el dato no lo dice, pero de no serlo sería por mayoría del partido político dominante en el momento.

   Una vez contadas o narradas las normas en las que nos basamos, contaremos la realidad actual. Empezaremos con las calles actuales que dicen se llaman, una, “Calle Virgen de los Reyes”, otra, “Calle Virgen del Rosario”. De toda la vida estas dos calles se han llamado “Calle Los Reyes” y “Calle El Rosario”, y para muestra vean varios botones en documentos municipales:


    Se sabe, que las comisiones informativas del Ayuntamiento estaban compuestas en el año de los acuerdos, a veces, hasta por nueve miembros, y se sabe también que, meses antes al 31 de agosto de 1989, hubo una especie de subcomisión formada por tres miembros, cuyos nombres quedan reservados, que estudiaron la posibilidad de que las calles Los Reyes y Rosario se llamasen Calle Virgen de Los Reyes y Virgen del Rosario. Solo uno de los tres miembros de dicha subcomisión tenía voto en el pleno del Ayuntamiento, así que, dicha posibilidad quedó anulada porque las calles citadas salieron aprobadas con los nombres de “Los Reyes” y “Rosario”; es de suponer que el poseedor del voto votaría lo mismo que su grupo, por tanto, los estudios de dicha subcomisión sobre el tema deberían haber sido archivados. Pues, ¡no! Las calles están rotuladas como calle Virgen de Los Reyes y calle Virgen del Rosario contraviniendo los acuerdos que dicen que las calles se llaman Calle Los Reyes y Calle Rosario. Además, una cosa es una Señora con un rosario, y otra cosa es un objeto, llamado El Rosario.

    Otro rótulo de calle que no coincide con el callejero de los acuerdos mencionados es la calle rotulada actualmente con el nombre de “Calle Salto del Poyo” y decimos lo mismo que de las calles mencionadas anteriormente, para muestra vean varios botones en documentos municipales:


    En el libro publicado por el Ayuntamiento en el año 1989 titulado “VILLAMARTÍN Imágenes de un Siglo I” en la página 170 se siembra una importante duda irreparable sobre el nombre de la calle: “La fonética andaluza no nos permite discernir si es el “Salto del Pollo o del Poyo”, lo que nos deja sin saber claramente quién saltaba a quién”, decía su autor. ¡Efectivamente!, aquí solo se ha mirado en la Fonética y en el protagonismo personal, pero no solo hay que mirar la Fonética, que en este caso no es concluyente como es obvio ya que los andaluces no diferenciamos la “ll” de la “y”, sino también hay que mirar la Semántica y la Caligrafía, y sobre todo la tradición de los documentos municipales. El autor del título y texto y el supervisor de dicha página no tuvieron en aquellos momentos un buen día. Uno se inclinaba más por las Ciencias y el otro, no se sabe. Para la Semántica se debe utilizar un buen diccionario y para la Caligrafía se debe leer los «botones» expuestos más arriba y los documentos del Ayuntamiento sobre el tema, anteriores a la fecha de edición del citado libro. Así tendremos rótulos de calles coherentes con los documentos oficiales y con las tradiciones del pueblo. Dicho libro se debería retirar.

    La siguiente controversia la encontramos en los rótulos de las calles Botica y Salinera. Ambas calles están acordadas en singular y no plural. Aquí está la contradicción, es decir, en la misma calle nos encontramos rótulos que dicen Calle Botica y en la siguiente esquina Calle Boticas, y en la otra calle, en una esquina dice Calle Salinera y en la esquina siguiente nos encontramos con Calle Salineras. Y decimos lo mismo que de las calles mencionadas anteriormente, para muestra vean varios botones:


    La calle Botica sobemos que es así porque hace honor a un pequeño despacho de fórmulas magistrales que suministraban los Hermanos de San Juan de Dios en la calle Toledano que era las traseras de su convento; la gente empezó a citarla como calle de la botica; nombre que ha durado en el habla popular de generación en generación hasta hoy. La calle Boticas seguramente es una falta de ortografía, y si no lo es, no creo que sea por las dos boticas que había en la calle, la del Sr. Fernández o la del Sr. Calvente. Los rótulos de Salinera y Salineras creo que también es otra falta de ortografía, ya que en la época que empezó a llamarse a la calle Salinera era así en singular porque el reparto de la sal era un monopolio y eso solo lo llevaba una persona.

    No quiero dejar de mencionar otro acuerdo, más lejano, relacionado con el uso de las calles y mencionado varias veces en el Blog sobre la Historia de Villamartín «VILLAMARTÍN, mil y una historias». Los acuerdos de otras Corporaciones se deben mantener o revocar por el mismo ente, pero nunca que nadie ajeno a la Corporación los revoque a sus intereses. En este caso nos referimos a una fiesta tradicional y con mucha raigambre en el pueblo, El Corpus. Desde hace más de 150 años la Corporación de Villamartín consiguió un acuerdo con el obispado de Sevilla para que el Corpus se realizara por las tardes y no por las mañanas por diversos motivos. Que se sepa ese acuerdo no ha sido revocado por ninguna Corporación de Villamartín, y hoy día lo tenemos otra vez por la mañana. ¿Quién ha hecho algo para hacer cumplir los acuerdos del Ayuntamiento?

    En resumen, si queremos que nos visiten, que seamos un referente ante los pueblos que nos rodean, que no nos digan catetos y seamos el hazmerreír de la Sierra de Cádiz, debemos dar lo mejor de nosotros y ofrecer un pueblo coherente con su historia, rotulando sus calles sin ninguna confusión, respetando sus costumbres peculiares y a sus patronos Santiago y Santa Ana.

    Por último, hay que recordar que los objetivos de este blog son instructivos y pedagógicos. Por eso, las críticas que se viertan en él van encaminadas a que sus lectores tengan conocimientos del objeto o asunto criticado y las soluciones dadas hasta el presente.