La calle Botica
«Los pueblos que olvidan a sus hombres ilustres pierden su cultura, pasando a depender y a ser dominados por otra diferente que les será impuesta lentamente. Por ello, es nuestra obligación dejar memoria de los hombres notables que nos han precedido, como signo de agradecimiento por su trabajo que es el inmenso tesoro que nos legaron, gracias al cual, hemos forjado nuestra propia identidad». Con estas palabras del catedrático de Toledo y miembro de la Cofradía Internacional de Investigadores, Gabriel Mora, escribo este relato de las historias de los hombres ilustres que han dado su nombre a la calle Botica de nuestro querido pueblo.
El primer nombre de la calle no apareció de inmediato
después del año 1503 sino que tardaría unos años hasta que los primeros
asentamientos se consolidaran y más tarde se planificara la fisonomía del nuevo
pueblo. Tras mis investigaciones en el Padrón de Vecinos del año 1589 y en la
Gramática de la lengua castellana he llegado a la conclusión que en cada calle
planificada existían uno o dos vecinos destacados por diversos motivos, que
esas calles fueron tomando con el tiempo el nombre de esos vecinos
destacados, que, en otros casos, las
calle tomaban el nombre de los gremios que en ellas vivían y que en dicho
Padrón de Vecinos se utiliza abundantemente la preposición “de” como genitivo. Cuando
un nombre se une a otro con la preposición “de” existe un significado de
propiedad, posesión o pertenencia; muestra de ello lo encontramos en el
callejero del Padrón de Vecinos del año 1589 [Calle de los Reyes (familia Reyes),
Calle de Dueñas, Calle de Toledano, Calle de Morales, Calle de Gil Pérez, Calle
de Montes, Calle de Juan Díaz, Calle de la Cantarería, Calle de los Mesones…].
El primitivo nombre de Espinal que algunos le atribuyen a la calle pudo estar
dedicado a un vecino ilustre e influyente con ese apellido, de hecho en el
padrón de vecinos anteriormente citado existía en el pueblo una familia con
igual apellido que el del supuesto vecino ilustre viviendo en una de las calles
de la localidad llamada Calle de Morales, el Abad; reza así en el listado de
vecinos de ese año: Francisco de Espinal
y su prima Juana de Espinal, doncella.
En fecha de 1589 la calle Botica ya tenía el nombre Calle de Toledano. Sabemos que por su etimología, Toledano
es el gentilicio de los naturales de Toledo. Y también sabemos que es apellido
de origen judío. Varias personas portaban el apellido “Toledano” en la época. De
momento se desconoce a que miembro ilustre de la familia Toledano estuvo
dedicada la calle. Conocemos a dos hermanos que llevaban el apellido Toledano y
que debieron ser importantes en la sociedad local de la época por vivir en la
calle y por el detalle de sus lápidas de sepulturas, una con fecha de 1570 y la
otra sin fecha, situadas respectivamente en la entrada al coro y delante del
altar de Santa Ana en la Iglesia Parroquial a nombres de Pedro y Hernando
García Toledano, este último Regidor perpetuo de la Villa. En el padrón de
vecinos de 1589 sus respectivas esposas, Catalina Díaz y María del Río, citadas
en las sepulturas aparecen como viudas.
El 20 de julio
de 1886 (3) se leyó en el Pleno del Ayuntamiento una instancia formulada por
los vecinos de esta Villa don José de Troya Lobillo y don José Toro Carmona
solicitando que se varíe, junto con
otra, el nombre de la calle “Toledano” por la de Ruiz Cabal. El Ayuntamiento,
deseando dar una muestra de cariño al digno hijo de esta población don Antonio
Ruiz Cabal, acordó por unanimidad acceder a lo solicitado por los firmantes de
la solicitud, remitiendo un certificado del acuerdo al expresado señor para su
conocimiento y satisfacción.
Los ascendientes de este señor vivían en esta calle, en el
número 30 actual, desde 1830. Era un cordobés afincado en Villamartín llamado
don Mariano Ruiz Cabal nacido en el año 1800 y de profesión tratante; estaba
casado con doña Ana Rodríguez Reyes nacida en Villamartín en el año 1802. Este
matrimonio tuvo siete hijos. Uno de ellos hizo sus estudios en Sevilla, Antonio
(4), al que está dedicada la calle y al que nos referimos en los párrafos
siguientes extraídos de la Gran Enciclopedia Navarra.
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Ruiz y Cabal |
Antonio Ruiz-Cabal y
Rodríguez, (Villamartín,
Cádiz, 1835 - Sevilla, 1908). Obispo de Pamplona (1886-1899). Doctor en
teología y licenciado en ambos derechos por Sevilla, fue familiar del cardenal
Romo, profesor y rector del seminario (1877-84) y canónigo doctor de Sevilla. Preconizado obispo de Pamplona (1886)
fue consagrado en Madrid por el nuncio Rampolla (22-8-1886). Ejemplar en su
conducta, era trabajador en extremo, aunque receloso y un tanto altanero; en su
gobierno se apoyó en gente de fuera y al final el descontento era general. Sus habituales pastorales de
adviento y cuaresma están sazonadas de abundantes citas de la escritura y de
los Padres; sigue de cerca las vicisitudes del Vaticano, dedicando una pastoral
a la Rerum Novarum de León XIII. Durante su obispado se fundaron 11 conventos
de religiosos y 14 de religiosas, aprobó la Adoración Nocturna, fundó ocho
dotes anuales para matrimonio o profesión religiosa, prohibió la lectura y
retención de El Porvenir Navarro dirigido por Basilio Lacort (1899). Enfermo de
diabetes, renunció a la sede y se fue sin despedida oficial. Su cuerpo descansa
en la catedral hispalense.
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Miguel de Cervantes |
El 22 de julio de 1931 el Cabildo de
Villamartín (5) en sesión ordinaria acordó sustituir, sin más argumento, el
nombre de algunas calles entre las que se encontraba la calle Ruiz Cabal por el
de Miguel de Cervantes Saavedra. Con
el nombre del mayor escritor español de todos los tiempos se pretendió dar
pomposidad a una de las calles más importante de la Villa.
Este nombre le duró a la calle hasta el 2
de septiembre de 1936, siendo Alcalde don Manuel Cervera Jiménez Alfaro que en
Sesión Ordinaria de la Gestora Municipal acordó restablecer el nomenclátor de
las calles del pueblo que regía antes del 14 de abril de 1931, volviéndose a
llamar de nuevo Antonio Ruiz-Cabal Rodríguez aunque convivió con el de Miguel
de Cervantes hasta entrado el año 1977.
En acta del Cabildo del año 1977
posiblemente se cambió el nombre oficial de la calle Ruiz Cabal por el de Ntra.
Sra. de las Montañas, desde la Plaza hasta el final de la calle, dato que se
toma del Acta de fecha 13 de octubre de 1977 (7) cuando se refiere a las tasas
que deben pagar las calles de primera categoría.
En el año 1989 el Cabildo de la Villa celebrado
el 31 de agosto (8) cambió de nuevo el nombre de la calle (desde la Plaza hasta
El Tacón) por el que desde 1822 siempre han tenido en el habla los
villamartinenses “La Calle Botica” (que no “Boticas”) en recuerdo donde
se ubicaba la botica del convento-hospital de la Purísima Concepción.
Termino estas
breves historias con palabras parecidas a las de Ruiz Cabal, “es un distinguido
lujo tener hombres notables que nos han precedido, un Espinal, un Toledano, un
Obispo, un Escritor como hijos ilustres de la localidad a los cuales le
agradecemos su trabajo que es su inmenso tesoro que nos legaron”, y hacía
falta que una calle de nuestro pueblo estuviese dedicada a la Virgen de las
Montañas porque todos los nacidos en Villamartín saben desde pequeño lo que
esta Virgen ha significado, significa y significará para cada uno de
nosotros."
(1) LISTADO DE VECINOS padrón 1589
(2) Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana,
nueva edición, reformada, Madrid, 1917.
(3) Acta Capitular de 20 de Julio de 1886. Punto segundo.
(4) Padrón de vecinos de 1850.
(5) Acta Capitular de
22 de julio de 1931.
(6) Acta Capitular de
2 de septiembre de 1936.
(7) Acta Capitular
de 13 de octubre de 1977.
(8) Acta
Capitular de 31 de agosto de 1989.
ACTUALIZACIÓN:
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